Una tercera parte de los poco más de 100 establecimientos donde se realizan tatuajes, micropigmentaciones y perforaciones, revisados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), no cumplen con garantías de seguridad para la salud de los clientes.

El organismo realizó visitas de inspección en 108 establecimientos en el Distrito Federal, de los cuales 33 fueron cerrados porque ponían en riesgo la salud de los clientes, pues utilizaban jeringas, tintes y soluciones de esterilización caducos.

Indicó que 10 negocios más fueron sancionados por carecer del aviso de funcionamiento y la tarjeta de control sanitario.

Durante la revisión, el personal de Cofepris encontró e incautó mil 878 tintas de colores, las cuales tenían etiquetados en idioma diferente al español, caducidad vencida y sin número de lote; así como 2 mil 966 agujas y 120 piezas de joyería caducas, cinco anestesias inyectables, 15 medicamentos, 231 productos varios (jabones, equipo y utensilios para tatuar y perforar) y 59 cánulas.

El organismo indicó que los negocios tampoco comprobaron que hubieran obtenido el consentimiento de los padres de familia cuando los clientes son menores de edad.

En los establecimientos visitados por la autoridad sanitaria tampoco se aplicaba el cuestionario para conocer el estado de salud de los usuarios, mucho menos se les proporcionaba información clara, completa y precisa respecto del procedimiento (los riesgos, la irreversibilidad y los cuidados).

De acuerdo con la Cofepris, los establecimientos que ofrecen la realización de tatuajes, micropigmentaciones y perforaciones también deben llevar un registro de sus clientes en una libreta encuadernada y foliada. Ahí se debe anotar la información personal y los datos de la identificación oficial de quien recibió el servicio.

También deben tener un manual de procedimientos, donde se indique las técnicas de tatuajes, micropigmentaciones o perforaciones que practican; descripción detallada de cada procedimiento y el material y equipo a utilizar.

En la inspección, la Cofepris constató que los establecimientos no garantizaban que la joyería, agujas, navajas, punzones u otro material punzocortante empleado fueran desechables y usados una sola vez.

La normatividad indica que cualquier utensilio, equipo o instrumento susceptible de ser reutilizado debe ser esterilizado y para las perforaciones no se deben usar pistolas para perforar o cualquier otro equipo que por sus características no puedan ser esterilizados o desinfectados en todas sus partes. Lo anterior debido a que representan un riesgo de transmisión de enfermedades.