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En 5 años las reformas impulsadas por Peña generarán crecimiento de 5%, dice directora

Hay mucha confianza en México, asegura presidenta de Santander

Importante, corregir errores, confía la ejecutiva

Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de julio de 2015, p. 24

Madrid.

Un funcionamiento adecuado de las instituciones es necesario para mantener la confianza de los inversionistas internacionales y el empresariado local en México, aseguró este martes Ana Botín, presidenta del Grupo Santander, controlador del mayor banco de la zona del euro. Todos cometemos errores y lo que importa es que esos errores se corrijan y que haya un proceso institucional para corregir, sostuvo.

México está demostrando que las instituciones funcionan y lo importante es que esto sirva para avanzar aún más, consideró Botín, al responder a la pregunta sobre la forma en que el bajo crecimiento de la economía mexicana y los reclamos de sectores sociales para fortalecer los aparatos de justicia pueden modificar la perspectiva sobre el desempeño de la actividad.

Para el Grupo Santander, controlador de uno de los tres principales bancos del sistema financiero mexicano, existe mucha confianza en México y en que las instituciones del país han y van a seguir funcionando, expresó la presidenta de Santander durante una reunión con periodistas de países latinoamericanos donde el banco tiene presencia.

Decimocuarto encuentro

Ana Botín abrió el decimocuarto Encuentro Santander América Latina, cita anual a la que acuden los responsables de las filiales en la región, donde la firma multinacional tiene 50 millones de clientes y genera la mitad de sus ganancias.

Desde el punto de vista de un inversionista internacional o de un empresario local, lo más importante es la confianza y esto, apuntó, no es un tema exclusivo de México, sino también en Europa o Estados Unidos. Se requiere, añadió, la confianza en que las cosas, si hay que mejorarlas, se van a mejorar, y que hay un proceso institucional para hacerlo.

Todos cometemos errores y lo que importa es que esos errores se corrijan y que haya un proceso institucional para corregir y para mejorar cómo funciona un país en la parte política y en la parte financiera. Nosotros confiamos en México y en que se va a continuar avanzando en la mejora institucional como se ha hecho en los últimos años, consideró Botín durante la reunión, realizada en la localidad de Boadilla del Monte, a 25 kilómetros de la capital española, donde tiene su sede la institución.

Santander, que mantiene interés en adquirir la filial brasileña del HSBC, descarta por el momento plantearse la compra de alguna institución en México, apuntó Botín. En México estamos centrados en el crecimiento orgánico, dijo.

Prevén que mejore productividad y empleo

Roberto González Amador Enviado

Madrid.

Es necesario un plazo de cinco años para que las reformas impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto generen crecimiento de la economía de 5 por ciento anual, siempre que el proceso de llevar a la práctica los cambios sea conducido adecuadamente, consideró Alejandra Kindelán, directora del servicio de estudios del Grupo Santander.

El conjunto de reformas abonará dos puntos porcentuales a la tasa de crecimiento potencial de la economía mexicana, que ahora gira en torno a 3 por ciento anual, dijo Kinderlán, en la primera sesión del decimocuarto Encuentro Santander América Latina, organizado por la institución financiera.

Foto
Ana Botín, presidenta de Grupo SantanderFoto Cortesía Grupo Santander

Los frutos de las reformas que impulsó el gobierno del presidente Peña desde el inicio mismo de la administración, en diciembre de 2012, se están esperando, apuntó la economista del grupo bancario, el mayor de la zona del euro y uno de los tres más grandes de México.

Las reformas –que fueron de la apertura al capital privado en el sector energético a buscar mayor competencia en los sectores de telecomunicaciones y financiero, entre otros– añadirán dos puntos porcentuales al crecimiento potencial de México, expuso.

En este sentido, coincidió con estimaciones hechas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El crecimiento potencial alude al crecimiento posible de la economía de un país si sus recursos como empleo, capital y tecnología son empleados al máximo.

El impacto esperado de las reformas apoya la visión positiva de mediano plazo (de la economía mexicana) a través de mejoras en productividad, aumento de la inversión y del empleo. El impacto total de la reforma sería de 2 puntos, que aumentaría la tasa potencial de crecimiento de 3 a 5 por ciento, dijo.

Sin embargo, apuntó, el incremento a 5 por ciento del crecimiento de la economía mexicana por efecto de las reformas se logrará bajo condición de que esos cambios –que incluyeron modificaciones a la Constitución y promulgación de nuevas leyes– sean llevados al terreno de la práctica de manera adecuada. Esos dos puntos porcentuales se van a lograr a mediano plazo, acotó.

El fin de la bonanza

Para América Latina como región, el periodo de la bonanza económica de los años recientes, impulsado principalmente por el alza en el precio de las materias primas, llegó a su fin, consideró la jefa de estudios de Santander.

La etapa de bonanza que fue de 2003 a 2012, cuando el PIB de la región creció a una tasa promedio de 4 por ciento con inflación moderada y avances sociales, quedó atrás, expuso. Este año, Santander prevé que la economía de la región avance 0.9 por ciento y lo haga 2 por ciento en 2016.

Ahora, Latinoamérica atraviesa por una fase de crecimiento modesto, desigual entre los distintos países, y con un entorno externo –caracterizado por la caída en el precio de las materias primas y menor crecimiento en China– que ya no es tan propicio, añadió. Este periodo de desaceleración es cíclico y se prevé una recuperación de 2016 en adelante.

Brasil, la mayor economía latinoamericana, tendrá este año una contracción de uno por ciento de su PIB. México repuntará entre 2.5 y 3 por ciento.

Uno de los activos de la región para superar la fase de desaceleración económica está en los avances alcanzados en los años recientes, consideró. Citó como uno de ellos la expansión de las clases medias y la reducción de la pobreza.

En 1990, la mitad de latinoamericanos vivía en pobreza, porcentaje que disminuyó a 30 por ciento actualmente. Hace 25 años, 36 de cada 100 latinoamericanos era considerado de clase media, universo que aumentó ahora a 55 de cada 100, refirió Kindelán.