La embajada de Cuba en México negó la tarde de ayer el acceso a reporteros y fotógrafos a sus instalaciones, donde tuvo lugar la firma de convenio entre el gobierno de la isla y Viajes Bojórquez para nombrar a esta empresa como tour operador oficial de Cuba.

Al arribar a la sede diplomática para cubrir el acto, los periodistas fueron detenidos en la puerta de acceso, pues de no estar en una lista no podían ingresar, informaron una joven y los guardias de seguridad de la legación cubana.

Tras revisar una primera lista y posteriormente una lista actualizada, la respuesta fue la misma, no hay acceso si su nombre no aparece. Consultado telefónicamente sobre esta situación, el responsable del área de comunicación social de la embajada, Abel Ernesto Derivet Vidal, respondió, y a ti ¿quién te invitó?

Se le informó que la invitación para el acto llegó a las redacciones, que asignaron la cobertura respectiva, y que incluso sus directivos habían encargado especialmente dicha cobertura.

Nosotros no invitamos, somos sede del acto, pero convocó la agencia, respondió, pese a que entre los participantes estaba prevista la presencia de Dagoberto Rodríguez Barrera, embajador de Cuba en México; Ismary Gonzáles Miró, segunda jefa de Misión, y Xiomara Martínez Iglesias, consejera de Turismo, entre otros.

Siempre por teléfono, se le hizo ver al encargado de comunicación social lo inusual del hecho, pues se trataba de la primera vez, desde el arribo a México del embajador Rodríguez Barrera, que se impedía el acceso a la prensa y se exigía confirmar asistencia y aparecer en una lista.

Después de las 16 horas, momento en el que debía empezar el acto, Derivet Vidal envió un mensaje telefónico en el que insistió en que impedir el acceso a los periodistas no tiene nada de extraño. Es que la embajada es sede pero quien convocó a los medios no fuimos nosotros y por ese motivo no fueron incorporados en el listado por quien les convocó. Ahorita está arreglado y mostrando su identificación pueden pasar, aunque los informadores ya habían abandonado las inmediaciones de la representación diplomática, tras habérseles impedido el acceso hasta en tres ocasiones.

A pesar del supuesto franqueo de la entrada, otros comunicadores que arribaron más tarde a la embajada tampoco fueron admitidos.