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La artista regiomontana expone Ensoñaciones en el Museo Federico Silva, en SLP

Análisis y pasión, herramientas de Laura Leal para crear sus esculturas

Sus formas tienen que ver con su realidad: No soy teórica; me dejo llevar por la energía, la rabia

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La artista regiomontana Laura LealFoto cortesía de la artista
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Respecto de sus afiliaciones artísticas, Laura Leal dice que Jean Arp y Henry Moore han sido como sus padresFoto cortesía de la artista
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de julio de 2015, p. 5

Se requiere de mucha energía y algo de agresividad, para ser escultora, porque es muy desgastante, expresa Laura Leal (Monterrey, 1961), autora de Ensoñaciones, exposición de 31 obras, de 2007 al presente, montada en el Museo Federico Silva. Escultura Contemporánea, en la ciudad de San Luis Potosí (SLP).

Se debe tener una pasión fuerte para lanzarse a crear en un bloque o un tronco. Es de mucho análisis también; medito mucho, asegura quien se tituló de sicóloga, hizo entrenamiento en terapia sistémica, incluso, puso un consultorio con otros colegas. Se dio cuenta, sin embargo, que no era lo suyo. En la primaria y la secundaria sus clases favoritas eran dibujo, biología y deportes.

Aunque nunca estudió arte de manera formal, tomó muchos talleres para ver cuáles eran las herramientas. Cursó algunos con los fotógrafos Graciela Iturbide, Rogelio Cuéllar y Yolanda Andrade; en un primer momento se dedicó a la fotografía, incluso hizo instalaciones. Todo mundo le decía: Parece escultura lo que haces.

Con el barro llegó de manera oficial a la tercera dimensión. Desde que lo tocó, le encantó la idea de hacer escultura.

El problema con la cerámica es que sufría un montón, porque es de una sorpresa terrible ver lo que sale del horno. También hay que fijarse mucho en la técnica, cosa que no me gusta mucho. Además, el barro es frágil. Me gusta cuando estoy con un material seguro, madera, por ejemplo.

En cuanto a las obras de madera que presenta en la exposición, explica que muchos de los troncos de cedro y mezquite provienen de excursiones que hacía a ejidos cerca de su localidad para encontrar material. Ha trabajado un poco el ébano, pero de México: en un futuro me gustaría trabajar el africano. También combina materiales en una sola pieza.

Las formas orgánicas de Leal tienen que ver con sus circunstancias, realidades, contradicciones y sentimientos: No soy teórica ni conceptual en lo que hago. Me gusta mucho dejarme llevar por el coraje, la energía, la rabia que traiga en el momento. Allí es donde mi obra es catártica completamente. El proceso creativo es todo, tus memorias, tus problemas, aquello que es sublime para ti. No se puede decir que hay una sola cosa, es una confluencia de muchos factores. El proceso creativo es durísimo, complejo.

Trabaja madera, piedra –mármol u ónix– y a últimas fechas un material que descubrió: cristal de roca, que consigue en el estado de México, y es súper peligroso manejar, ya que su polvo es muy tóxico. Ella talla sus piezas, habilidad que se me da. El manejo con las gubias y los cinceles es muy natural para mí. Todo lo da el trabajo.

Respecto de sus afiliaciones artísticas, dice que Jean Arp y Henry Moore han sido como sus padres. También Agustín Cárdenas, Chillida y Giacometti le han dado lecciones. ¿Escultores mexicanos? No mucho, contesta.

Laura Leal aún no hace obra pública, se refiere a sus piezas como interiores. Sin embargo, se dice llena de proyectos, por ejemplo, manejar la madera ya no en bulto; es decir, hacer ensambles de diferentes maderas. Quisiera precisamente dar tratamiento a la madera para que pueda estar en el exterior y hacer así obras monumentales. No he podido aterrizarlo; no sé si podré”.