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Habrá alza de impuestos, ola de privatizaciones y una reforma al sistema de pensiones

Aprueba Parlamento de Grecia reformas exigidas por la troika

Es una total humillación del gobierno y el país, dice en su renuncia viceministra de Finanzas

El ala radical de Syriza se rebeló en la votación contra el primer ministro Alexis Tsipras

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El primer ministro griego Alexis Tsipras en la sesión parlamentaria de ayerFoto Reuters
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Manifestantes gritan consignas contra las medidas de austeridad en una marcha y organizada por el sindicato de empleados públicos, que además efectuó un paro de 24 horasFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de julio de 2015, p. 22

Atenas.

El Parlamento griego aprobó la madrugada de este jueves una serie de duras reformas exigidas por sus acreedores de la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un nuevo plan de rescate financiero, a pesar del rechazo de un amplio sector del partido gobernante de izquierda Syriza.

El polémico paquete económico, que incluye aumento de impuestos en diversos rubros, más privatizaciones y el incremento en las edades de jubilación, entre otros, fue aprobado por 229 votos a favor, 64 en contra y seis abstenciones en la cámara, que tiene 300 asientos. Pero se dio tras un acalorado debate en que el ala más radical de Syriza se rebeló contra el primer ministro Alexis Tsipras.

La coalición gobernante la integran Syriza con 149 diputados y su aliado de derecha Griegos Independientes (Anel) con 13, con lo que suman mayoría de 162. Sin embargo, la votación de este jueves provocó la división de Syriza, ya que 32 de sus legisladores votaron en contra y seis se abstuvieron, lo que conlleva un alto costo político para la alianza y la pérdida de su mayoría.

Cascada de renuncias

La viceministra de Finanzas, Nadia Valavani, afirmó que no votaría a favor de la ley y renunció. En una carta que le envió a Tsipras el lunes y que se difundió el miércoles, Valavani manifestó que las tácticas de los círculos dominantes en Alemania representan la total humillación del gobierno y el país.

El secretario general del Ministerio de Economía, Manos Manousakis, también renunció a causa del acuerdo. Otros que se opusieron de las filas de Syriza fueron el ex ministro de Finanzas Yanis Varoufakis y el ministro de Energía, Panagiotis Lafazanis, quien publicó en el cibersitio del ministerio una declaración donde señala que el acuerdo es inaceptable.

Asimismo, se opusieron el viceministro de Trabajo, Dimitris Stratoulis, y la presidenta del Parlamento, Zoe Constantopoulou, quien hablando en calidad de jefa del partido gobernante había pedido a la cámara que no aprobara el paquete de medidas de austeridad exigidas por los acreedores internacionales. Este Parlamento no debe firmar el chantaje de los prestamistas, aseveró.

Además, más de la mitad del comité central de Syriza firmó una declaración de condena del acuerdo que Atenas alcanzó con sus socios europeos. El texto lo firmaron 109 de los 201 miembros del comité.

El primer ministro Alexis Tsipras, de Syriza, logró un acuerdo con los acreedores tras una cumbre que duró 17 horas y que finalizó el lunes por la mañana. Según lo acordado, Grecia debería aprobar nuevas medidas de austeridad como condición para permitir iniciar las negociaciones con sus socios europeos sobre un tercer rescate por 85 mil millones de euros (93 mil millones de dólares).

Pero su aprobación se dio en medio de fuertes enfrentamientos entre manifestantes y la policía, que estallaron en la noche del miércoles frente al Parlamento de Atenas mientras los legisladores debatían el paquete de ajustes y reformas que le fue impuesto en Bruselas, luego de que los griegos dijeron no a más medidas de austeridad en el referendo celebrado el 5 de julio.

Desde temprano miles de manifestantes salieron a las calles para oponerse al proyecto de austeridad que la tarde del miércoles comenzaron a discutir los parlamentarios, y que desde un principio se anticipaba que saldría adelante con los votos de la oposición como Nueva Democracia (conservadores), Pasok (socialistas) y To Potami (centro izquierda), que suman 106 diputados.

Se estima que unas 12 mil 500 personas marcharon, pero al anochecer un grupo de unos 200 jóvenes con cascos y enmascarados se enfrentaron con la policía arrojando piedras y cócteles molotov, mientras que las fuerzas del orden respondieron con gases lacrimógenos. Los jóvenes provocaron un pequeño incendio en las inmediaciones del Poder Legislativo y unos 50 fueron detenidos.

Los enfrentamientos amainaron cuando el debate sobre el proyecto con las nuevas medidas de austeridad avanzaba, ya entrada la noche. No a las privatizaciones, salvemos a los puertos, la DEI (compañía nacional de electricidad), los hospitales, eran algunas de las consignas de los manifestantes en la Plaza Syntagma. Otros carteles decían: No al rescate o No a las políticas de de la UE, el BCE y el FMI.

El sindicato de empleados públicos efectuó un paro de 24 horas en rechazo a la aprobación del plan de los acreedores, al que se unieron otros gremios. Las farmacias se sumaron, ya que las medidas permitirán que ciertos medicamentos que no requieren prescripción médica se vendan en supermercados.

No obstante, una encuesta del diario To Vima, divulgada poco antes de la votación, arrojó que más de 70 por ciento de los griegos estaba a favor de aprobar el doloroso programa de reformas.

El FMI, que participó en los dos rescates previos a Grecia y también participará en el tercero, ha dicho desde hace tiempo que la deuda del país es demasiado elevada y que cualquier acuerdo debe contemplar una quita de deuda, algo en que los griegos han insistido.

El martes, el FMI dijo que la deuda griega es altamente insostenible y llegaría a ser equivalente a cerca de 200 por ciento del PIB en los próximos dos años.

Alemania, el principal acreedor, dijo evaluar la posibilidad de que Grecia pague su deuda a un plazo mayor, pero sólo si no insiste en una reducción de lo que debe.

Los griegos siguen enfrentando el problema de los límites al retiro de efectivo en los bancos y las transferencias del extranjero. Los bancos están cerrados desde el 29 de junio y el Ministerio de Finanzas informó que seguirán cerrados hasta el jueves.

La liquidez de los bancos griegos está peligrosamente baja y el Estado casi se ha quedado sin efectivo. El lunes se vence el plazo para hacer un pago por 4 mil 200 millones de euros al BCE y además hay un impago superior al 2 mil 600 millones de euros al FMI.

Se estima que las negociaciones sobre el nuevo rescate durarán cuatro semanas lo que obligará a los ministros de Finanzas de la zona euro a esforzarse para aportar dinero con prontitud a Atenas.

La Comisión Europea propuso dar a Grecia 7 mil millones de euros en préstamos de un fondo especial supervisado por las 28 naciones que integran la UE para que pueda cumplir con sus deudas venideras. El pago se haría al inicio del rescate íntegro, pero hay resistencias de Gran Bretaña, que no usa la divisa común de la UE.