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Falta de ejercicio, así como bajo consumo de fibra y agua, entre las causas

Padecen mala salud digestiva niños de escasos recursos, alertan especialistas

Estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la UNAM en menores del DF

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En el estudio que llevaron a cabo especialistas de la UNAM, se encontró que los niños consumen azúcar procesada y alimentos chatarra, mientras la ingesta de agua natural es mínima y su actividad física es insuficienteFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de julio de 2015, p. 37

Un estudio realizado por investigadores del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluyó que un grupo de niños de ocho a 11 años de edad, hijos de familias de escasos recursos de la ciudad de México, presentan mala salud digestiva.

Algunos de los problemas que se encontraron entre estos menores son: dificultades para la evacuación, dolor abdominal, flatulencias, sobrepeso y obesidad, entre otros.

El análisis del equipo de investigación, dirigido por Laura Leticia Tirado Gómez y Juan Luis Durán Arenas, se aplicó de febrero a agosto de 2014 a una muestra representativa de 799 niñas y niños en esas edades, de 18 escuelas públicas de tres delegaciones con diferentes niveles de marginación.

La investigación consistió en aplicar un cuestionario tanto a los niños como a sus padres sobre posibles alteraciones digestivas, la frecuencia con que consumen determinados alimentos, incluida el agua natural, y si realizan actividades físicas. Además, se evaluó el peso y la talla de los menores a fin de determinar si padecían problemas de sobrepeso u obesidad y se incluyeron preguntas específicas sobre sus tipos de evacuación.

El propósito fue evaluar el estado de su salud digestiva mediante la determinación de la prevalencia de la constipación funcional (estreñimiento) y los síntomas de malestar digestivo aunados a ella, así como encontrar la relación de este último con el consumo de fibra, explicó Tirado Gómez.

Los académicos hallaron que los infantes consumen en promedio 14 gramos de fibra al día, cuando lo recomendando es de al menos 25 gramos; contrario a ello, tienen alto consumo de azúcar procesada y alimentos chatarra; la ingesta de agua natural también está en el mínimo y su actividad física es deficiente.

Los académicos indicaron que lo ideal es que los niños caminen un promedio de 10 mil pasos diarios, pero los que viven en la ciudad de México no lo consiguen.

La cantidad de actividad física también se vincula con la constipación: entre menos ejercicio hagas tu intestino tendrá menor motilidad y se volverá perezoso.

Todo lo anterior se tradujo en que 35 por ciento de los niños analizados padece dolor abdominal, 34 por ciento experimenta sensación de continuar evacuando (tenesmo), 43 sufre distensión abdominal, 33 puja y hace mucho esfuerzo al intentar evacuar, 45 presenta flatulencias y 23 por ciento va al baño tres veces o menos por semana, cuando lo normal es, mínimo, una vez al día.

Otros de los resultados de la investigación, que fue difundida por la UNAM, revelaron que 13.1 por ciento de los encuestados tiene bajo peso, 24 sobrepeso y 10 por ciento obesidad y 52.9 por ciento mantienen un peso adecuado para su edad.

La constipación se asocia a problemas de sobrepeso y obesidad y, a la larga, a padecimientos como las hemorroides y la colitis. Por ello, los universitarios recomendaron incrementar el consumo de fibra y de agua natural, así como la actividad física.

Se sabe que los menores con nivel socioeconómico bajo comen alimentos con más grasas y azúcar procesada, y aquellos con nivel socioeconómico más elevado, más frutas y verduras.

Para la especialista de la FM es necesario que las familias recobren el hábito del consumo de vegetales crudos y cereales no procesados (sin azúcar), a los que se les pudiera agregar fruta picada y leche. Remarcó que vegetales crudos como la jícama, la zanahoria y el pepino son alimentos accesibles que contienen fibra y que, por lo general, gustan a los niños.

Los resultados del estudio se presentaron recientemente en el encuentro Experimental Biology 2015, que se realizó en Boston, Estados Unidos, y pronto se publicarán en una revista especializada.

Para continuar con la investigación, los universitarios pretenden realizar un ensayo comunitario en las mismas escuelas, pero ahora dividiendo la muestra en dos grupos: uno al que se le dará una barra con la cantidad mínima de fibra que se debe consumir diariamente, y otro al que se le dejará ingerir lo que consume de manera habitual. Esto con la intención de comparar los síntomas que presenten los niños de cada grupo. Los académicos podrían aplicar este proyecto en septiembre de 2015.