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Ricardo Anaya, peón de ajedrez del consorcio, dice el candidato a presidir el blanquiazul

El PAN se juega en la próxima elección su viabilidad como partido: Javier Corral

Advierte que no aceptará los resultados si se dan los acarreos y la compra y coacción del voto

 
Periódico La Jornada
Viernes 24 de julio de 2015, p. 10

Convencido de que en la elección interna del PAN se juega la viabilidad del partido, Javier Corral, candidato a la dirigencia nacional de este instituto, advierte desde ahora que si en los comicios del 16 de agosto se dan prácticas de acarreo y compra y coacción del voto, no aceptará los resultados y los impugnará ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Ajeno a los grupos de poder dentro del partido, califica a su contendiente, Ricardo Anaya, de peón en el ajedrez que juegan los integrantes del consorcio que se ha integrado en torno al actual dirigente del blanquiazul, Gustavo Madero y, por otra parte, considera que el fracaso del gobierno de Enrique Peña Nieto es de tal magnitud que ha permitido revalorar la administración de Felipe Calderón.

La parte más revalorada es el ejercicio de las libertades políticas frente a lo que constituye la regresión que impera en el país, el control de medios, la crisis de derechos humanos, la recesión económica y el fracaso en materia de seguridad pública. En el rubro que tomes Calderón le da las 15 y las malas a Peña Nieto, afirma uno de los panistas más críticos del ex mandatario.

Con 33 años de militancia en el blanquiazul, Corral Jurado ha sido periodista, candidato a la gubernatura de Chihuahua, legislador, consejero nacional e integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Especializado en temas de telecomunicaciones, fue duro opositor a la llamada ley Televisa que daba privilegios a las televisoras.

–¿Qué responde a quienes señalan que su participación en la elección sólo va legitimar un proceso que, se da por descontado, va a ganar Anaya?

–No he venido a legitimar nada, porque no estoy invitando a una fiesta de la democracia, sino a una rebelión de las bases contra la cargada. Porque estoy consciente de lo que está haciendo el consorcio es que he convocado a recuperar el espíritu rebelde que ha identificado y caracterizado al panismo en diversas épocas. Estoy absolutamente convencido de que el pretendido candidato de unidad no tiene el apoyo uniforme ni mayoritario de la militancia. Además, en los años recientes se ha visto cómo los panistas pueden llegar a sobreponerse a la línea. Lo hicieron con Felipe Calderón, cuando el ex presidente Vicente Fox quiso imponer a Santiago Creel, y con Josefina Vázquez Mota.

–¿Qué hace el consorcio?

–Están en una disputa de intereses, peleando las migajas del poder, repartiendo las plurinominales, los cargos directivos. Luchan para ver quién tiene mejor relación con el gobernador en turno o quién saca mejor tajada de su interlocución con el presidente de la República.

En entrevista con este diario, el senador con licencia asegura que en medio de la elección de agosto se juega la viabilidad del instituto político; si puede subsistir como un partido de principios y valores o vence el panismo clientelar, corporativo y de conveniencias. El gran reto es si ese panismo que he llamado la reserva moral de México es mayoría. Y, obviamente, mi mayor objetivo es tratar de animarlo, de hacerlo regresar, de que vote, participe.

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Javier Corral Jurado, candidato a la dirigencia nacional del PANFoto Carlos Ramos Mamahua

Señala que cuenta con poco tiempo para ello, pues la campaña se adelantó y se recortó a la mitad, mientras su contendiente lleva meses en la promoción de su candidatura, usando los tiempos oficiales y la estructura del instituto político.

Entre las propuestas que plantea, de llegar a la presidencia, Corral Jurado enumera el fortalecimiento de la democracia interna a partir de una depuración de militantes y la certificación del padrón por parte del Instituto Nacional Electoral, así como el combate a la corrupción interna, creando comisiones de investigación que vayan hasta las últimas consecuencias, lo que implica la expulsión del militante y presentar denuncias ante el Ministerio Público.

–¿Qué piensa de que Anaya ha retomado varias de sus propuestas? –se le pregunta en sus oficinas de la colonia Juárez.

–Es un logro de mi incursión en esta contienda que Anaya se trate de reinventar en 30 días, busque desvincularse de Madero y asumir incluso varias de nuestras propuestas fundamentales. El problema es que no creo que le dé, por mejor actuados que estén los videoclips, para convencer de esa oferta, porque es parte de lo mismo. Ha sido un alfil, un peón en el ajedrez que juegan los miembros del consorcio y donde a él lo mueven para un lado y para otro, para ser el rostro amable que esconde esas jugadas. Cómo se puede creer en la regeneración que ofrece cuando está comprometido con los peores intereses del PAN.

–Ha dicho que su candidatura no es cómoda para el gobierno. ¿Ha visto indicios de que se quiera meter en la elección?

–No tengo elemento alguno para afirmarlo. Sí veo un nado sincronizado de los columnistas del gobierno que han salido a descalificarme con el tema de que soy de izquierda y me quieren ligar con (Andrés Manuel) López Obrador y Morena.

–¿Cuál sería su relación con el gobierno?

–El PAN debe tener una relación de oposición firme. Por supuesto, debemos seguir apoyando reformas que realmente beneficien a la gente, pero tenemos el deber de ser contrapeso. Es una tragedia cómo se han acuerpado varios de nuestros dirigentes con el presidente de la República.

–¿Qué le pasó a Madero? ¿Por qué se acuerpó con Peña?

–Me resisto a creer que es un asunto de corrupción. Creo más bien que está embelesado con Peña Nieto. Lo trataron muy bien al principio del gobierno y se pasó de tueste.