Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Suplemento Cultural de La Jornada
Domingo 26 de julio de 2015 Num: 1064

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Luisa Josefina Hernández:
Mis tiendas y mis toldos

José María Espinasa

La mutilación
Miguel Donoso

Primera canción
del exiliado

Miguel Donoso

Miguel Donoso Pareja: el
enigma de las dos patrias

Yanna Hadatty Mora

Dos poetas

El Berlín de
Esther Andradi

Consuelo Triviño Anzola

Leer

ARTE y PENSAMIENTO:
Tomar la Palabra
Agustín Ramos
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Prosaismos
Orlando Ortiz
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Germaine Gómez Haro
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Presencia de México en Photoespaña


Tziklán, Romeo Dolorosa

Actualmente, y hasta el 30 de agosto, se presenta en Madrid Photoespaña, festival internacional de fotografía que este año está dedicado de forma monográfica a Latinoamérica. Este magno evento –uno de los más prestigiados del mundo– acoge 101 exposiciones con la participación de 395 artistas: 206 latinoamericanos, 104 españoles y ochenta y cinco de otras dieciocho nacionalidades. La presencia de la fotografía mexicana con tres espléndidas muestras ha dado mucho de que hablar. Lola Álvarez Bravo está siendo apenas descubierta en España y la exposición organizada por la Fundación Televisa con obras de su vasta colección es una de las más visitadas en el Círculo de Bellas Artes. En ese recinto se presenta también la muestra Kinderwunsch, de Ana Casas Broda, fotógrafa nacida en Granada, España, en 1965, de madre austríaca y padre español, que radica en nuestro país desde 1974. Su trabajo ha versado sobre temas relacionados con la memoria, los orígenes, las mujeres de su familia y, a través de ellas, estudios de género. En 2006 comenzó a trabajar el proyecto que ahora presenta, inspirado en sus reflexiones en torno a la infertilidad, el embarazo y la maternidad, tribulaciones personales por las que la propia creadora había transitado. A eso se refiere el título de la serie en alemán: el deseo de tener niños. La maternidad es un tema poco habitual en el género fotográfico, y mucho menos común en el sentido en el que Casas lo aborda. La artista nos lleva por un recorrido diríase autobiográfico, a manera de diario personal, por diversos momentos vividos en la infancia en los que la nostalgia, los miedos y las inseguridades la llevan a explorar rincones recónditos de su alma. Sus embarazos tan esperados son tema de imágenes potentes, a la vez crudas por su inmediatez y altamente poéticas por la carga emocional que destilan. En las fotografías con sus niños se palpa un proceso de búsqueda de la identidad, la indagación de los afectos y de sensaciones intensas, el vaivén de la memoria entre el pasado y el presente, la conciliación entre el amor y el vacío. Ana Casas entrevera sus poderosas imágenes con textos de su autoría que, quizás a manera de catarsis, se traducen en sus fotografías como una especie de rituales introspectivos que hilvanan las diversas escenas inconexas entre sí con el frágil hilo de los recuerdos.


Acción III, Ana Casas Broda

El CentroCentro Cibeles, otrora el portentoso Palacio de Comunicaciones, alberga la exhibición Develar Detonar. Fotografía en México ca.2015, una nutrida muestra integrada por cincuenta y dos fotógrafos mexicanos en su mayoría emergentes, de diversas edades y procedencias regionales. Esta exposición fue curada por la propia Ana Casas Broda junto con Gabriela González Reyes y Gerardo Montiel Klint, creadores del proyecto Hydra, cuyo objetivo es promover la creación, la gestión y la promoción, tanto cultural como comercial, de la producción fotográfica emergente. Los curadores proponen una lectura abierta de esta muestra que no está dispuesta en forma temática ni estilística, sino que pretende mostrar el discurso de cada creador a partir de narrativas locales y personales y de sus propias posturas políticas, sociales y estéticas. Resulta significativo que, en su gran mayoría, los exponentes coinciden en la necesidad de plasmar aspectos de realidades de gran actualidad en nuestro país, como la violencia, con sus consecuencias que encarnan el dolor y la desesperanza; la atención sobre el paisaje ecológico y urbano planteado a partir de la tensión entre la naturaleza y la civilización, y entre lo real y lo artificial; la recurrencia a temáticas sociales complejas, como la migración y las mujeres de Juárez; la reflexión sobre el cuerpo y el género en cuestionamientos sobre la sensualidad, la sexualidad y la homosexualidad; el imaginario colectivo y el regreso a los orígenes en la dicotomía tradición/modernidad y pasado/presente. La miríada de imágenes cargadas de significados psicológicos y antropológicos nos revela el compromiso de los jóvenes fotógrafos que asumen una mirada crítica sobre su entorno para construir y deconstruir la realidad actual en todas sus facetas. Desde el punto de vista estético, se combinan sutilmente lo bello y lo obsceno en metáforas de la realidad descarnada. Hay imágenes que nos tocan en lo más hondo pues, como en un juego de espejos, nos vemos irremediablemente reflejados en ellas.