Apenas es la fecha dos y el técnico del América, Ignacio Ambriz, ya tiene el agua al cuello. Abandonó la cancha del estadio Azteca entre silbidos y mentadas en una tarde aciaga para su equipo, que perdió 1-3 ante el Atlas. Darwin Quintero fue expulsado y también se llevó su dosis de repudio, al igual que Darío Benedetto, quien se cansó de fallar.

Ni el gol que anotó salvó a Benedetto de los abucheos, porque el argentino tuvo claras opciones que erró de forma increíble. Por los Zorros destacó Franco Arizala con un doblete; Gustavo Matosas, tras el pitazo final, fue hasta él para darle palmadas en la espalda. El técnico iba a entrar por el túnel de los locales, pero rectificó a tiempo.

Los saludos amistosos se quedaron en la zona de bancas, todo fue sonrisas antes del juego. Más de la mitad de los jugadores americanistas acudió a saludar a su ex entrenador, Matosas, ahora al frente del Atlas.

Las oncenas iniciaron con la mira fija en la portería rival, pero las Águilas fueron el equipo más incisivo. Paul Aguilar hizo el primer disparo a puerta y lo voló; después fue Benedetto, quien se topó con el portero Miguel Pinto.

Una importante oportunidad para los anfitriones ocurrió al minuto 7, con un centro de Paul Aguilar hacia Darwin Quintero, quien llegó frente a primer poste y no pudo definir; el portero Pinto achicó correctamente y la frustración apareció en el graderío con todo tipo de exclamaciones.

El América no dejó de insistir: un cabezazo de Pablo Aguilar, un remate desde la izquierda del Rifle Andrade que pegó en las redes por fuera, un cabezazo flojo de Benedetto y hasta un tiro desviado de Osvaldo Martínez... todos los intentos fracasaron.

Al minuto 22 el Atlas realizó la primera incursión seria y anotó. Arizala encontró las rutas abiertas, a los defensas contemplativos y avanzó sin problema para definir el 0-1 con un remate cruzado.

La barra rojinegra, que desde el inicio opacó los cánticos locales, estalló en la cabecera sur: “¡Arriba el Atlas ca-bro-nes, arriba el…!”

El desconcierto afectó durante varios minutos a los jugadores amarillos. Al minuto 30 Oribe Peralta entró al área y fue despojado por Walter Kannemann; parecía penal, pero el silbante Fernando Guerrero no lo marcó.

El cuadro local se reacomodó y de nuevo generó ofensivas, hasta que consiguió el empate a uno al minuto 39. Peralta peinó el esférico hacia el centro, donde Benedetto atinó con un punterazo.

Apenas inició el complemento, en el primer avance de los Zorros, Ventura Alvarado titubeó y acabó desviando un centro hacia su meta, para el autogol que devolvió la ventaja al Atlas.

Ambriz decidió mandar a la batalla a Rubens Sambueza en lugar de Andrade (55). Sin embargo, antes de generar algo, se llevaron otro susto: un cañonazo de larga distancia de Gonzalo Bergessio que pegó en el travesaño.

El graderío fue una sucesión de lamentos ante tantas equivocaciones de Benedetto. Al minuto 54 recibió un excelente centro de Darwin y de nuevo mandó a las nubes el balón. Y al 70, Rubens robó la pelota, cedió para Oribe, éste recentró para Darío, era más fácil meterla que fallar, pero Benedetto la elevó en exceso.

Ambriz quiso reforzar su ataque con la entrada de Michael Arroyo (63), pero siete minutos más tarde se quedó con 10 hombres tras la expulsión de Quintero por dura entrada sobre Jorge Zárate.

En tiempo de compensación, Arizala hizo el 1-3, cuando en un centro Alvarado no pudo despejar y dejó el balón a modo para que el colombiano anotara.

Ambriz, casi afónico, declaró: “Tengo la conciencia tranquila, porque he trabajado a tope. Estoy tranquilo más no pasivo... Hay que curar pronto las heridas porque el miércoles jugamos Concachampions” contra el hondureño Motagua.

Aseguró que no está perturbado por el rechazo de la gente. Ha sido así desde que llegué, pero vengo a trabajar con mucha humildad y deseos de hacer las cosas muy bien. Hubo mucha llegada, desgraciadamente no fuimos contundentes, aunque no quiso criticar a Benedetto o a Quintero, porque los delanteros viven del gol y en cualquier momento se destapan. Hay gran compromiso.

Matosas no aceptó que el América jugó mejor y que perdió sólo por su mala puntería, pues dijo que ambos erraron y pudo haber sido un 5-5.

Precisó que de su pasado americanista ya no va a hablar y me voy feliz por el partido que hicieron los jugadores, porque no habíamos arrancado bien y siempre es importante ganar en el Azteca.