Cultura
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La lujuria del gourmet es el libro más reciente del autor y militante de izquierda

Carlos Bracho describe un México lleno de corrupción e impunidad

Deplora “las leyes que se avalan en contra del pueblo, de los campesinos y de los indígenas’

Prepara una exposición, con el artista Leonardo Nierman, en la que los incendios, las llamaradas y explosión del rojo reflejarán su ira por la situación nacional, adelanta a La Jornada

 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de agosto de 2015, p. 3

Actor, político de izquierda, estudioso de Carlos Marx, guionista, escritor, articulista, fotógrafo, apasionado de la vida y, sobre todo, de la mujer, así se define Carlos Bracho (Aguascalientes, 1937) a propósito de su más reciente libro, La lujuria del gourmet, publicado por el grupo editorial Benma.

Bracho, quien ha desarrollado larga trayectoria en teatro, televisión y cine, señala en entrevista que sus mayores placeres y su actividad ininterrumpida es la escritura, la cual inició hace décadas en talleres literarios de Juan José Arreola, Efraín Huerta y Vicente Leñero, en los cuales participó, entre otros, al lado de Alejandro Aura, Elsa Cross, Fernando del Paso y Leopoldo Ayala.

Además, el primer actor también es poeta, novelista, cuentista y narrador de historias amorosas y gastronómicas. Recientemente concluyó de escribir El rito, una historia sobre un asesino serial y otro libro de poesía titulado Festín inacabable.

Entre sus colaboraciones destacan las publicadas en diversos periódicos de circulación nacional, así como en revistas gastronómicas, culturales y de arte.

Otras actividades creativas de Bracho han sido la fotografía, la pintura y el grabado; incluso planea montar una muestra en septiembre junto con el pintor y escultor Leonardo Nierman. Los incendios, las llamaradas y explosión del rojo dominarán la exposición, la cual refleja mi ira por la situación que impera en el país.

Además de ser promotor de la lectura, Carlos Bracho también es invitado a diversos foros para charlar sobre otra de sus pasiones: la gastronomía.

Un hiperactivo horrendo

Soy un hiperactivo horrendo, dice el histrión, quien ha encarnado a personajes célebres y aprovecha sus breves recesos –ahora graba en Televisa la telenovela La vecina– para escribir el innumerable material literario, del cual mucho permanece inédito. Poco de lo que escribo está editado, porque no tengo tiempo. Sin embargo, voy a tratar de hacerlo porque el tiempo pasa.

El creador terminó de escribir Festín inacabable, El rito y La lujuria del gourmet. Este último consta de 48 cartas amorosas y sensuales dirigidas a una hermosa mujer, de nombre Karla.

Mi mundo es de mujer, vengo del taller de Arreola; allí amamos con nuestra poesía a la mujer y todo lo que he hecho está basado en aventuras amorosas. Giro alrededor de la mujer.

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Mi mundo es de mujer, vengo del taller de Arreola; allí amamos con nuestra poesía a la mujer y todo lo que he hecho está basado en aventuras amorosas; giro alrededor de la mujer, explica el actor, escritor, promotor de la lectura y fotógrafo Carlos Bracho a La JornadaFoto cortesía del artista

Incluso, prosigue el ex director del Salón de la Plástica Mexicana, “quién es el confidente en las confesiones amorosas, ¡pues una mujer!, ¿quiénes son las que me provocan las aventuras?, pues la mujer... entonces también hago el amor con el platillo, un rito que hemos perdido como ha sucedido con el de hacer el amor. Ahora todo es light”.

En el prólogo de La lujuria del gourmet, obra del género epistolar, se refrenda que Bracho no sólo es sibarita y voyerista, sino un hombre de acción y temple: enamorado del amor, del vino, de las delicias culinarias, de la pasión por la vida y el gusto por los placeres mundanos, entre ellos, naturalmente, de las bellas mujeres que se dan cita en este formidable arcoíris de delicias epicúreas.

La obra está dividida en cuatro capítulos: ¡Como México no hay dos!, Las delicias de la comida extranjera, Viva el buen vino, que es el gran camarada para el camino (Pío Baroja) y De los olores el pan, de los sabores la sal.

Estos apartados hacen patente el oficio literario de Bracho, quien de manera ágil recrea situaciones cotidianas en México o el extranjero, personajes y lugares históricos, así como las delicias y gozos de una comida familiar o la degustación de exquisitos platillos o vinos, entre otras anécdotas y correrías.

Como El Quijote, más vale solo...

Entre los libros de Carlos Bracho figuran Cuentos cínicos, El gato que habita tu ventana y Conjuros sobre tu piel (poesía), además de innumerables artículos y colaboraciones periodísticas.

También fue diputado federal, maestro de actuación y líder de asociaciones artísticas.

Quien ha sido candidato a gobernador, militante del Partido de la Revolución Democrática y defensor de los derechos de los mexicanos en distintos foros, asegura: Tengo una vida bonita.

No obstante, señala, sigo criticando en diversos textos la descomposición de los valores democráticos de un México que se hunde en la corrupción, en la cultura de la impunidad y de las leyes que se avalan en contra del pueblo, de los campesinos y de los indígenas, dueños naturales del país, donde impera la clase dominante y un Ejército que entra y asesina.

Por eso, puntualiza, “soy un militante de izquierda y mejor ando como El Quijote: más vale solo que mal acompañado”.