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Se cumplen 70 años del estallido

Un mundo libre de armas atómicas, pide alcalde de Hiroshima
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Unas 55 mil personas asistieron a la ceremonia en homenaje a las víctimas de la bomba atómica que estalló el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 de la mañana en Hiroshima. El alcalde de la ciudad japonesa, Kazumi Matsui, describió las armas nucleares como el mal absoluto y la inhumanidad definitiva. En memoria de los 140 mil muertos flotaron linternas de papel en el río Motoyasu, frente al emblemático domo de la bombaFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de agosto de 2015, p. 23

Hiroshima.

Decenas de miles de personas guardaron un minuto de silencio por las 140 mil víctimas de la bomba atómica en Hiroshima este jueves exactamente a la hora en que estalló la primera arma de destrucción masiva utilizada en una guerra hace 70 años.

Kazumi Matsui, alcalde de esta ciudad mártir, reiteró su petición al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y a otros líderes mundiales, para redoblar esfuerzos y crear un mundo libre de armas atómicas. Alertó que existen en el mundo 15 mil armas nucleares, de las cuales sólo Estados Unidos posee 8 mil.

La emotiva ceremonia se celebró en el Parque del Monumento a la Paz, donde está la emblemática cúpula Genbaku, o de la bomba atómica de Hiroshima, cerca del epicentro del ataque ocurrido a las 8:15 horas del 6 de agosto de 1945. Después se liberaron docenas de palomas como símbolos de paz.

A esa hora exacta, el bombardero estadunidense Enola Gay arrojó la primera bomba atómica (Little Boy) utilizada en una guerra. Una lluvia negra de partículas radiactivas siguió al cegador estallido y la bola de fuego que mató a 140 mil personas, más de la mitad al instante, y destruyó 90 por ciento de la ciudad.

Tres días después, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki (Fat Man), que aniquiló a 70 mil personas y llevó a Japón a rendirse en la Segunda Guerra Mundial.

En la ceremonia participaron enviados de alto nivel de 100 países, como la embajadora de Estados Unidos, Caroline Kennedy, hija del asesinado presidente John F. Kennedy, y la subsecretaria estadunidense encargada del control de armamentos, Rose Gottemoeller. Destacó la ausencia de delegados de China y Corea del Norte.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, señaló que su país, como única víctima de la bomba atómica, tiene la importante misión de concretar un mundo sin armas nucleares, y anunció que en septiembre Japón presentará ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) un proyecto de resolución para la eliminación de las armas atómicas.

El alcalde Matsui describió las armas nucleares como el mal absoluto y la inhumanidad definitiva, alertó que en el mundo aún hay más de 15 mil armas nucleares, y señaló que los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki aún padecen física y sicológicamente las consecuencias de la radiación.

Matsui también invitó a los líderes mundiales durante la cumbre del G-7, que se celebrará el próximo año en Japón, a visitar Hiroshima y Nagasaki para escuchar a los sobrevivientes y ver la realidad de las armas nucleares. No obstante, evitó mencionar que el gobierno de Abe está llevando adelante una amplia reforma militar que permite la participación de Tokio en operaciones bélicas en el extranjero, la cual pretende alejarse del pacifismo adoptado por Japón tras la Segunda Guerra Mundial, a lo que muchos japoneses se oponen.

Desde Kuala Lumpur, el secretario de Estado John Kerry se refirió al 70 aniversario del bombardeo a Hiroshima como un recordatorio muy potente no sólo del impacto duradero de la guerra en la gente y los países, sino que también subraya la importancia del acuerdo que hemos alcanzado con Irán para que su programa nuclear sea únicamente civil.

En un mensaje, el secretario de la ONU, Ban Ki-moon, se unió a la petición de los hibakusha, como se conoce a los sobrevivientes de los ataques atómicos: No más Hiroshimas, no más Nagasakis.