James Holmes, quien hace tres años entró a un cine en un suburbio de Denver, donde mató a tiros a 12 personas y dejó heridas a 70, fue condenado a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional. La fiscalía exigió pena de muerte para el hombre, de 27 años.

El juez de la ciudad estadunidense de Centennial, cerca de Denver, dio a conocer la decisión del jurado, el cual, después de varias horas de deliberaciones, no pudo llegar a una decisión unánime sobre la pena capital.

El 20 julio de 2012, Holmes entró a una sala de cine y disparó contra los espectadores. La defensa pidió que sea internado en una institución siquiátrica.

El condenado se mostró inexpresivo al escuchar el dictamen. La fiscalía había solicitado la pena de muerte y presentó 165 acusaciones contra Holmes por asesinato, intento de homicidio y posesión de armas y explosivos.

El ex estudiante de neurociencias ingresó en 2012 al cine de Aurora, donde se proyectaba la película Batman, llevando una máscara antigás y un chaleco antibalas. De pronto disparó contra quienes estaban en la sala.