Opinión
Ver día anteriorJueves 13 de agosto de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Ficha la SCT a 10 millones de personas

Teles gratis

Caso Narvarte, la cosa se pone peor

S

in ningún empacho, o con todo cinismo, como acostumbra el gobierno federal, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes acepta que ha fichado –el adjetivo es nuestro– a 10 millones de personas a quienes ha arrancado sus datos personales a cambio de una pantalla de televisón.

Gerardo Ruiz Esparza, que está a la cabeza de la dependencia que efectúa el ficheo, parece no haber encontrado un buen argumento para librar la crítica que se ha levantado en contra de la ejecución del método por el que se supone se identifica a quienes pretenden tener una pantalla de televisión gratis, y asegura que el fichaje, es decir, la identificación biométrica a la gente en condiciones de vulnerabilidad, sirve para que las pantalla llegue, sin equivocación alguna a los beneficiarios de los programas de la Secretaría de Desarrollo Social federal.

Lo curioso del caso es que piden, por ejemplo, que la gente se identifique con la credencial de elector, según cuentan quienes han recibido el televisor, que hasta hoy suponíamos era la cédula con mayor validez para tener certeza de quién es el que la porta, pero nos queda claro que para Ruiz Esparza el documento que expide el INE no tiene ningún valor, porque sobre la información que contiene la credencial para votar, ellos vuelven a recabar los datos personales de los beneficiarios para evitar la suplantación de identidad y garantizar el adecuado ejercicio de los recursos.

Pero lo bueno, lo que nos deja tranquilos es que la dependencia señala en un boletín que no hay en el ejercicio de este programa ningún elemento, dicen, que pueda considerarse como electoral (puf), respiramos en paz, y ¿qué más?, bueno que la empresa a la que se contrató es de clase mundial. Lo mismo tiene una sucursal en México que en Miami, o bien en Colombia, eso es símbolo de que los datos de la gente más necesitada, nunca serán utlizados, o mal utilizados por la empresa, o por el gobierno, para fines electorales, no, ni pensarlo.

Los argumentos no convencen, hubiera sido mejor que Ruiz Esparza nos hubiera dicho que no encuentra cómo justificar varios cientos de millones de pesos que se le asignaron como presupuesto para efectuar el programa que tiene como objetivo fichar, es decir, regalar 10 millones de pantallas a un número igual de gente para que no se queden sin ver el futbol en las justas que vienen.

Total, como decía ayer José Ramón Amieba, sólo a quienes van a purgar una sentencia en la cárcel se les obliga a proporcionar todos los datos personales, a tocar piano como se le llama a la toma de huellas digitales entre el hampa, eso es lo que queda del programa de Ruiz Esparza y Rosario Robles.

Ahora empieza a correr la idea de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes debe suspender, ya, la entrega de pantallas, aunque lo mejor sería que se acabara el fichaje que es lo más grave del programa, pero eso, según nos parece, no sucedera, el gobierno federal ya tiene muy bien diseñado su proyecto, y el fichaje no es más que otra parte de la idea que se tiene de gobernar. Ni modo.

De pasadita

En el caso del crimen en la colonia Narvarte las cosas no tiene mucha solución al gusto de nadie, pero para la Procuraduría General de Justicia del DF la cosa es peor porque deberá, antes que ya, preparar un buen argumento para aceptar lo inevitable: el crimen organizado empezó a penetrar el DF.