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Temporada de la obra Bola de carne en el teatro del Museo Universitario del Chopo

¿Cómo aportamos nuestra propia violencia a todo un sistema de poder?

La pieza escrita, dirigida y actuada por Bernardo Gamboa y Micaela Gramajo tendrá gira en el interior del país

Se inspira en una historia que aparece en Titus Andronicus, texto de Shakespeare

 
Periódico La Jornada
Martes 18 de agosto de 2015, p. 7

Una reflexión acerca de las diversas formas de la violencia y el uso y abuso de poder asociados a ese fenómeno es la propuesta escénica de Bola de carne, obra escrita, dirigida y actuada por Bernardo Gamboa y Micaela Gramajo.

Se trata de un elogio y una refutación de la violencia, comenta la actriz. Es una obra que toma de pretexto una pequeña historia que aparece en la pieza Titus Andronicus, de William Shakespeare, para hablar de la violencia social, de pareja, entre razas y/o de género.

Quisimos hacer un pequeño tratado o radiografía sobre ese tema, sin tomar una posición moral, señala Gamboa.

La dramaturgia se articula también con las reflexiones de filósofos y escritores como Michel Foucault, Georges Bataille, Noam Chomsky y Jacques Derrida. Hemos tratado de encarnar y convertir en acción algunas de sus ideas, añade Gamboa. Se representa parte de un debate sobre el poder y la naturaleza humana que sostuvieron Foucault y Chomsky.

La anécdota de Bola de carne gira en torno a Lavinia, mujer de alta sociedad, quien es iniciada en el arte de la cacería de puercos, con cuchillos, por sus criados godo-indios.

Esa historia permite a los creadores escénicos “reflexionar sobre la violencia como algo externo a las personas ‘buenas”’, añade Gamboa.

Como que siempre estamos del lado de los buenos y los malos siempre son los narcotraficantes, los políticos, pero tenemos poca capacidad para conectar con nuestra propia violencia y darnos cuenta cómo cooperamos con todo un sistema de poder, con el cual decimos estar en desacuerdo, pero que al mismo tiempo contribuimos con muchas de nuestras acciones.

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Micaela Gramajo, en el montaje de Bola de carneFoto Gabriel Morales/ cortesía de la
compañía
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La actriz y Bernardo Gamboa, en el montaje de Bola de carneFoto Gabriel Morales/ cortesía de la
compañía

El desplazamiento del ego

El montaje implica que la historia de Lavinia y sus criados sea intervenido en muchos momentos por otras escenas. Esa fragmentación permite a los actores desdoblarse constantemente en otros personajes y en otros planos sobre la violencia, como es el abuso de poder, racismo, violencia física y sicológica.

Ese trabajo actoral tiene que ver con lo que se denomina el desplazamiento del ego, continúa Gamboa. Por ejemplo, “en este momento en escena soy yo Bernardo Gamboa, en otro, soy yo Bernardo jugando a ser Demetrio, en otro soy Demetrio totalmente, en otro soy solamente la voz de un filósofo. De lo que se trata un poco es de que el yo vaya de un lado al otro para que igual el espectador se lleve un poco de ese caos de información que lo va bombardeando de formas diferentes y también violentas, pues la obra confronta de manera amablemente violenta al espectador”.

La obra es resultado del trabajo de la compañía Teatro Bola de Carne, colectivo fundado en 2012, formado también por Isis García y Mario Eduardo D’León.

Tendrá una breve temporada, antes de salir de gira por el interior del país, en el teatro del Museo Universitario del Chopo (Dr. Enrique González Martínez 10, colonia Santa María la Ribera), del 13 al 23 de agosto, jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas. El público se colocará sobre el escenario y el cupo sólo es para 40 espectadores.