Con mantas y cartulinas, vecinos aprovecharon la realización de la 33 edición del Maratón de la Ciudad de México para manifestar su inconformidad por la construcción del deprimido en Río Mixcoac.

Otros gritaban consignas sin interrumpir el paso de los corredores y unos más portaban playeras negras con el hashtag #NoDeprimidoMixcoac.

Se trata, dijeron, de una manifestación pacífica para exigir a las autoridades que tomen en cuenta la opinión de la gente en la realización del proyecto, que generará más daños que beneficios.

Las autoridades capitalinas han realizado un proceso de información y participación limitado y engañoso para legitimar la realización de esta obra, afirmaron.

La organización Vecinos Unidos exigió a la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, dar respuesta a las preguntas que le formularon la semana pasada, cómo ¿por qué no se escuchó a todos los interesados?

Asimismo, explicar la negativa a instalar mesas técnicas con especialistas y científicos imparciales que evalúen el proyecto ante vecinos y autoridades.

Los riesgos de hundimientos diferenciados e inundaciones, y por qué la obra no cuenta con una manifestación de impacto ambiental, son otras de las interrogantes que están en el aire, dijeron.

Por ello se solicita que se detenga la obra hasta contar con una respuesta puntual a cada uno de esos planteamientos, porque en el simple análisis de la manifestación de impacto ambiental se determina que nueve de 10 impactos serán negativos y las obras de mitigación resultarán insuficientes.

Consideraron que esta obra sólo beneficiará a los grandes intereses inmobiliarios, produciendo cambios masivos de uso de suelo, impulsadas por la brutal elevación del costo de la tierra.

Dicha situación provocará una expulsión de los habitantes originarios, sin considerar que grupo Indi, que participa en la obra, tiene un historial de incumplimiento en tiempo de entrega y sobrecostos de los trabajos que realiza, como sucedió con el edificio del Senado.

La Red en Defensa de la Ciudad afirmó que el deprimido en Mixcoac no ahorrará tiempo ni reducirá la contaminación del aire, pues la mejoría temporal en la circulación de vehículos no compensa las congestiones colaterales o desplazados a las calles de las colonias contiguas.

Con ello no se ganará velocidad significativa en las horas de gran afluencia, que son la mayor parte de las horas del día, y se arruinarán la calidad del aire y de vida, indicó.

Sin embargo, dijo, las torres de oficinas y condominios se multiplicarán, como sucede en el nuevo Polanco, y como una bomba atómica que explotara en cámara lenta, este deprimido dejará en ruinas la zona en una o dos décadas, porque obliga al uso excesivo del auto.