Lerma, Méx.

El consejo supremo otomí de la comunidad San Francisco Xochicuautla, de este municipio, proclamó este domingo un contradecreto por el cual restituyen las 37 hectáreas que les fueron expropiadas el pasado 9 de julio en un decreto firmado por el presidente Enrique Peña Nieto para garantizar la culminación de la autopista Toluca-Naucalpan, que construye Autovan, una de las empresas de Juan Armando Hinojosa, contratista predilecto del mandatario federal.

Este documento servirá de sustento para un recurso legal que indígenas mexiquenses promoverán ante el Poder Judicial de la Federación, para revertir el proyecto carretero que amenaza varias decenas de hectáreas del bosque otomí-mexica y el área natural conocida como bosque de agua, que tienen un papel importante en el equilibrio ecológico de la zona.

Según pobladores de Xochicuautla, el decreto presidencial por el que se expropiaron 37 hectáreas de este núcleo comunal es ilegal, pues nunca hubo consultas a la comunidad como señala la ley. Aunque en el decreto expropiatorio se advierte que sí se realizaron plebiscitos, vecinos de la localidad otomí refieren que nadie fue citado y desconocen cómo se declararon legales y legítimas, cuando no estaba toda la localidad representada.

Ayer, organizaciones y movimientos sociales acudieron a Xochicuautla a expresar solidaridad por la defensa de la madre tierra. Ahí estuvieron representantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco; del Frente en defensa por los recursos naturales de Xinantécalt, el colectivo Pedregales, víctimas de represión de Ayutla; enviados de Atlapulco, de Tlanixco y organizaciones adheridas a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.

También llegaron personajes como Pablo González Casanova, Raúl Vera, Magdalena Robles, Luis Hernández Navarro, Miguel Concha, Gilberto López y Rivas, Héctor de la Cueva, Guillermo Briseño, Rodolfo Stavenhagen, Ana Esther Ceceña, Dolores González, Carlos Fazio, Pablo Romo, Jorge Fernández Souza, Alicia Castellanos y Miguel Álvarez Gándara, quienes expresaron solidaridad en la defensa de las tierras de Xochicuautla, en una carta que se leyó en el lugar.

Xochicuautla lleva poco más de ocho años luchando contra la construcción de la carretera Toluca-Naucalpan, que consideran será la punta de lanza para urbanizar toda esta zona boscosa, dar luz verde a centros comerciales y desarrollos habitaciones al pie de la autopista, que pretende unir el poniente del valle de México con la zona norte de Toluca, donde se ubica el aeropuerto internacional Adolfo López Mateos.

La autopista también se considera contraria a las costumbres otomíes. Sus opositores señalan que la vía corromperá la identidad cultural que aquí existe, pues pasará por santuarios en los que se hacen ceremonias para garantizar la lluvia y un buen ciclo agrícola, entre otras.