Sociedad y Justicia
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Actúa sobre el sistema nervioso en cierto grupo de mujeres

La pastilla rosa para el trastorno sexual no es el viagra femenino: sexólogo
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de agosto de 2015, p. 39

La crítica que ha recibido la aprobación de la flibanserina como alternativa para las mujeres premenopáusicas con trastorno de deseo sexual hipoactivo contrasta con el júbilo que en su momento generó el ingreso al mercado del sildenafil, expresó el sexólogo Eusebio Rubio, director de la Asociación Mexicana para la Salud Sexual; ello habla de un prejuicio de género sobre disfunciones femeninas, dijo.

Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Sexual, consideró que quienes desconocen el tema y el sufrimiento que pueden experimentar las mujeres que padecen esta condición no deben opinar, porque dejan salir prejuicios y menosprecio, además de falta de comprensión de la problemática para la cual se desarrolló esta pastilla, que lleva a una serie de suposiciones erróneas de lo que hace.

En entrevista subrayó que la pastilla rosa, mal llamada viagra femenino, no es una sustancia recreativa, un afrodisiaco ni convierte en ninfómanas; es una medicina que debe tomarse diario, cuyos efectos en la normalización del deseo sexual pueden verse semanas después de comenzado el tratamiento.

Lamentó que en medios de comunicación exista gran cantidad de ruido sobre el addyi –nombre comercial con que probablemente saldrá a la venta en octubre próximo en Estados Unidos– y que se le llame “viagra rosa o viagra femenino; esto es un error, ya que los mecanismos de acción y los problemas para los cuales están diseñados los dos medicamentos no son los mismos.

La flibanserina tiene acción en el sistema nervioso central, eleva la disponibilidad de dopamina y noradrenaliana, las cuales son parte de los componentes de apetito sexual, mientras el sildeanfil produce erecciones en hombres con disfunción erectil, al incrementar el flujo sanguíneo hacia el pene.

Corrige un problema neuroquímico y por tanto sólo es útil para el subgrupo de mujeres que están en la premenopausia y presentan esta condición.

La sexóloga clínica Claudia Rampazzo, también integrante de la asociación, indicó que el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres, está modulado por varios aspectos, los cuales no son únicamente biológicos, como los factores hereditarios en cuanto al humor o temperamento erótico de cada individuo, los hormonales y neurotransmisores, entre otros.

Indicó que la flibanserina sólo actúa sobre la disminución de neurotransmisores, particularmente de la serotonina, y resaltó que estudios clínicos han arrojado evidencia de efectos colaterales indeseables, entre ellos sedación, náuseas y desmayos.