Cáncer y alimentación
oy que abunda la literatura seudocientífica en torno a los temas de salud, no es fácil exponer temas delicados como el cáncer, sin caer en el alarmismo y crear un sentimiento de desesperanza. El doctor en medicina y neurosiquiatra francés David Servan Schreiber logró el equilibrio entre información de suyo preocupante, y las acciones posibles, en su libro Anticáncer: prevenir y vencerlo estimulando nuestras defensas naturales, que conocimos gracias a Ángela Ochoa.
Como otros investigadores, él considera que hay una epidemia de cáncer. Algunos médicos asociaron el crecimiento de algunos tipos de cáncer con el aumento del promedio de vida. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el documento Lancet 2004 señala que es alto el crecimiento de cáncer en niños y adolescentes.
A partir de estos datos, Servan Schreiber estructura un interesante texto basado en estudios y datos científicos, con lenguaje claro, que ubica las posibles causas de esta enfermedad y muestra los caminos que podemos seguir para prevenirla o, en su caso, lograr que los tratamientos sean más efectivos. Como la Fundación Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, considera que la mayoría de los cánceres pueden prevenirse o paliarse.
¿Cuáles son según este médico las principales causas del aumento del cáncer? En primer lugar un notable incremento del consumo de azúcar y de harinas blancas a partir de 1950, que estimulan la producción de insulina. Los azúcares incluyen a la miel de maíz que antes no se consumía directamente; hoy está presente en un sinfín de alimentos industrializados, en razón de las ganancias económicas.
Decía el médico griego Hipócrates: Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina
; Servan Schreiber aconseja sustituir ya la azúcar refinada y la morena, así como la fructosa, la miel de maíz y la destroxa, por alimentos de bajo índice glucémico como la miel de agave (maguey) y el chocolate oscuro.
Propone el amaranto, la quinoa y la avena, así como los cereales multigrano, el camote y leguminosas –lentejas, el frijol y las habas– por encima de las harinas blancas y los cereales industriales. Las frutas naturales, en especial los frutos rojos, son preferibles a las mermeladas y las frutas en almíbar; el agua pura, las aguas frescas y las infusiones sin endulzar deberían desplazar a los refrescos y a los jugos de fruta industriales.
La producción agrícola extensiva y su relación con el aumento de cáncer será tema del próximo Itacate.
La dirección para registrar actos para el 29 de septiembre, Día Nacional del Maíz.
