Opinión
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México SA

Paraíso fallido

Trabas internas

Mal y de malas

D

esde el púlpito oficial se desgañitan en su intento por convencer a la población de que todo marcha de maravilla, de que la euforia del inquilino de Los Pinos y ministros que lo acompañan tiene sustento, de que la volatilidad temporal que viene de afuera es la causante de todos los desajustes y de que, en fin, para los habitantes de esta República de discursos el México reformado y modernizado ya es el paraíso prometido.

Sin embargo, los resultados de tan desgastante intento son prácticamente nulos y, salvo los profesionales de la adulación, nadie da por buenos los fabulosos logros del ineficiente gobierno peñanietista, hundido en una profunda crisis de credibilidad y sin visos de superarla.

Como bien lo señala el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, las expectativas de crecimiento económico para México se han corregido a la baja; no obstante, el bajo desempeño de la economía no se debe atribuir únicamente a la volatilidad internacional, ya que problemas inherentes a nuestro país, tales como la corrupción, la inseguridad, la precarización laboral y el aumento en la pobreza han tenido un impacto en el desempeño económico.

Las consecuencias de la volatilidad internacional se pueden apreciar directamente en el sector externo de nuestro país, que se había constituido como uno de los principales impulsores de la economía mexicana (insuficientes a todas luces).

Pero las condiciones son ingratas y la desaceleración industrial a nivel global, y en particular la concerniente a Estados Unidos, ha jugado un papel importante en el deterioro de la tasa de crecimiento de las exportaciones mexicanas. En julio pasado las exportaciones de manufactura registraron una tasa de crecimiento anual de 2 por ciento, contra 7.6 por ciento obtenido durante el mismo mes de 2014. Sin embargo, si se descuenta el sector automotriz, las exportaciones manufactureras exhibieron un crecimiento de apenas 0.5 por ciento, lo cual resulta contrastante al compararlo con el 4.7 por ciento que se alcanzó el año pasado.

Adicionalmente, detalla el CIEN, los resultados de las exportaciones totales se han visto mermados por el desempeño de la parte petrolera, la cual retrocedió 36.8 por ciento –a tasa anualizada– en julio pasado. Ello es consecuencia no sólo de la abrupta caída en los precios del crudo, sino de una menor producción del hidrocarburo, ya que de septiembre de 2014 a junio de 2015, la producción en nuestro país fue de alrededor de 2 millones 304 mil barriles diarios, cifra que representó una disminución de 7.7 por ciento respecto del periodo anterior.

De esa forma, durante los primeros siete meses de 2015 las exportaciones mexicanas totales muestran un retroceso de 2.2 por ciento, dato que contrasta con el incremento de 4.2 por ciento obtenido durante el mismo periodo de 2014.

Por otro lado, los tronadores aplausos que el pasado miércoles regaló la cúpula empresarial al inquilino de Los Pinos en los hechos es una patada al hígado de sus presuntos representados. El CIEN explica que la confianza del sector empresarial continúa a la baja en los sectores de construcción, manufacturas y comercio, donde el componente que mide la opinión sobre el momento adecuado para invertir es el más debilitado en los tres sectores mencionados. Si bien la coyuntura internacional ha jugado un papel importante en el sentimiento del sector empresarial, aspectos como la corrupción, la inseguridad y un mercado interno que no termina por recuperarse son elementos que han afectado negativamente los niveles de confianza cuyo descenso inició desde finales del año pasado.

Los líderes aplauden a rabiar, pero la confianza del sector empresarial continúa deteriorándose y aún no se vislumbran señales claras de recuperación en el corto plazo. Destaca el hecho de que en las tres encuestas de opinión empresarial (manufacturas, comercio y construcción), el componente que mide el sentimiento sobre el momento adecuado para invertir exhibe el nivel más bajo de los elementos que conforman el índice.

De acuerdo con la más reciente encuesta levantada por el Inegi, en agosto pasado, el sector que registró la caída más profunda en su índice de confianza empresarial fue la construcción, ya que en términos anuales éste se contrajo siete puntos. Todos los componentes que conforman el índice se ubicaron en terreno negativo donde aquel que mide la opinión sobre la situación económica futura del país fue el que mostró la caída más significativa del periodo (9.7 puntos).

A su vez, el indicador de confianza del sector comercial se redujo 6.7 puntos. De manera similar a la construcción, ninguno de los componentes registró una variación positiva; el que registra las opiniones sobre el momento adecuado para invertir fue el que mostró la caída profunda (11.9 puntos), en tanto que el que presentó el menor retroceso del periodo fue el que mide el sentimiento sobre la situación económica presente de la empresa (1.7).

Así, apunta el CIEN, los índices de confianza del sector empresarial continúan el descenso que comenzó a finales del año pasado, llegando prácticamente a los niveles más bajos desde que se inició con la medición de dichas variables. De no presentarse un cambio significativo en las condiciones para hacer negocios en nuestro país, resultará complicado que la iniciativa privada se convierta en el principal generador de inversión que la nación requiere para detonar el crecimiento económico en los próximos meses.

Además, el sistema de indicadores cíclicos permite vislumbrar que la economía nacional continuará avanzando lentamente durante los próximos meses, de tal forma que resulta imperativo la generación de medidas alternativas para reactivar la economía, pues apostar únicamente por la implementación de las reformas estructurales no será suficiente. La correcta consecución de la reforma energética permitirá elevar los niveles de producción y con ello alcanzar mejores resultados en el sector petrolero en el largo plazo. Sin embargo, también es necesaria la participación activa del sector empresarial mediante la generación de inversión productiva y así detonar la actividad económica en el corto y mediano plazos, es decir, se vuelve indispensable recuperar la confianza. El combate eficaz a la corrupción, la inseguridad y la solución de los problemas estructurales propios del país no se pueden aplazar por más tiempo.

Las rebanadas del pastel

Y en este país reformado y moderno, ¿cuántos angelitos mexicanos se nos han escapado de las manos y han tenido un final similar al de Aylan?

Twitter: @cafevega