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Para este gobierno la prioridad es la educación

Ha iniciado el cambio más profundo del sector, asegura

Antes de la reforma en la materia, las escuelas del país estaban al servicio de la burocracia y del sindicato. Hoy tanto la autoridad educativa como el gremio están al servicio de la escuela, y ese es un cambio radical

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Me interesa mucho platicar con los maestros, explicarles que la reforma educativa no está hecha para castigarlos, sancionarlos o perjudicarlos, sino al contrario, es para mejorar, señala Aurelio NuñoFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de septiembre de 2015, p. 16

De entrada, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, discrepa de la idea de que una vez completada la parte laboral y administrativa sigue la propiamente educativa de la reforma prioritaria del sexenio.

Es una reforma política, sin lugar a dudas, y como tal cambia temas administrativos y laborales, pero no se reduce a eso; por eso tiene tal impacto, porque transforma las relaciones políticas dentro del sistema educativo, señala.

Hasta hace unos días jefe de la Oficina de la Presidencia, Nuño Mayer cuida cada una de sus expresiones, adelanta algunos indicios sobre sus planes, pero sobre todo elige a sus acompañantes al frente de la SEP: los maestros y su sindicato. Los primeros son, dice, la esencia, la columna vertebral y el orgullo del Estado mexicano. El segundo, un gremio que cuenta con el fuerte y sensato liderazgo de Juan Díaz de la Torre.

Al finalizar su sexenio, Peña Nieto dejará, dice el titular de la SEP, un sistema educativo absolutamente distinto del que recibió. En ese logro tendrán un papel crucial el programa de infraestructura escolar anunciado en el tercer Informe de gobierno (grande y agresivo, lo define) y los cambios a planes y programas.

En este último punto, el secretario matiza su entusiasmo: No me atrevería a decir si vamos a lograr tener todos los planes de estudio listos para 2018, pero quizá podamos contar con un avance significativo.

Nuño Mayer fue, como se sabe, coordinador del tema educativo en el equipo de transición y luego en las negociaciones del Pacto por México. Pero más que por su conocimiento del tema, su nombramiento ha causado torrentes de comentarios que lo colocan en la carrera para 2018.

Por lo pronto, y a unos días de haber asumido el cargo, dice sentir el peso de la historia –habla en la oficina del famoso escritorio de Vasconcelos– por los enormes personajes que lo han antecedido en un cargo que asume con muchísima humildad.

–Más de la mitad de los planteles escolares tienen una situación desastrosa. Más allá de lo administrativo y laboral, ¿qué ha cambiado en estos años con la reforma educativa?

–Ha iniciado el cambio más profundo del sistema educativo en décadas. Primero, porque se hizo la reforma que cambia de manera radical las reglas para ingresar al servicio como maestro, para tener una carrera como docente, y, por supuesto, que cambia drásticamente la propia relación del magisterio con el Estado.

Pese a que las evaluaciones para el ingreso al servicio docente comenzaron el sexenio pasado, Nuño asegura que por primera vez en la historia de este país hubo un concurso nacional para poder ser maestro. Eso en sí ya es una transformación enorme.

–¿Pero qué ha cambiado en la realidad de las escuelas?

–Antes de la reforma las escuelas del país estaban al servicio de la burocracia educativa y del sindicato. Hoy tanto la autoridad educativa como el sindicato están al servicio de la escuela, y ese es un cambio radical. La reforma pone a la escuela en el centro.

En este punto, destaca que ahora las comunidades escolares –padres de familia y maestros– tienen la oportunidad de decidir el empleo de recursos para infraestructura y materiales educativos, lo que está dando resultados rápidos en el mejoramiento de los planteles.

El programa más ambicioso

El esfuerzo anterior, sin embargo, es claramente insuficiente, por lo que el Presidente de la República anunció en el mensaje de su tercer Informe el programa de infraestructura escolar más ambicioso que ha habido, estoy tentado a decir de la historia, pero como no tengo los datos precisos, simplemente señalo que de décadas recientes. Para Peña Nieto, sigue el funcionario, la educación no es una de tantas prioridades, sino la prioridad

Conservadoramente, agrega Nuño Mayer, el programa de infraestructura escolar anunciado por Peña Nieto invertirá 75 mil millones de pesos (dos tercios de esa cifra mediante bonos) en la segunda mitad del sexenio.

–¿Ese dinero se pagará durante cuánto tiempo?

–Los 50 mil millones de pesos de los bonos educativos son un mecanismo muy novedoso para México en términos de financiamiento, diseñado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Es un instrumento para lograr financiamiento sin incurrir en deuda pública.

El proyecto supone que, previa firma de convenios, los estados comprometan 15 por ciento de los recursos que reciben vía el Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) durante los próximos 20 años.

“Es un mecanismo de financiamiento muy seguro, porque el FAM existe por ley (misma que establece que 0.8 por ciento de las aportaciones a los estados deben destinarse a dicho fondo). Es un dinero que sabemos va a existir en el futuro. Lo podemos contabilizar y cuantificar.

“Lo que se hace es traer recursos del futuro al presente. Entonces, en lugar de tardarnos 20 años en gastarlos, lo hacemos en tres años, generando el mayor programa de infraestructura educativa para poner en buenas condiciones las escuelas.

A nosotros nos permite llevar ese dinero del futuro a un fideicomiso, y a través de éste la SHCP emitirá bonos en el mercado para atraer ese dinero. Quienes adquieran estos certificados tendrán la absoluta certidumbre de que esos recursos van a existir, porque el FAM está por ley.

El titular de la SEP indica que el mejoramiento de las escuelas con recursos de los bonos –que se emitirán antes de que concluya este año– comenzará en enero próximo, una vez que se firmen los convenios con las entidades que decidan participar.

Una reforma política

–Una investigadora que elogió su nombramiento dice que el siguiente paso es definir qué queremos en materia educativa. ¿No deberían haber comenzado por ahí?

–No, déjeme discrepar un poquito de esto que se ha manejado, de que lo que hemos hecho hasta ahora es una reforma laboral o administrativa. Es mucho más que eso. Es una reforma educativa en toda su expresión. Es una reforma política, sin lugar a dudas, y como tal cambia temas administrativos y laborales, pero no se reduce a eso. Transforma las relaciones políticas dentro del sistema de enseñanza.

A Nuño Mayer le interesa subrayar que la reforma sólo caminará con los maestros.

“El centro (de la reforma)son los maestros. La esencia no es un cambio de régimen laboral, sino cambiar la organización del magisterio para que el profesor mejore, y eso va a tener un impacto en la calidad de la educación.

Por ello, no comparto esa visión de que es simplemente una reforma laboral y administrativa; tiene componentes laborales y administrativos, pero es sobre todo una reforma política y causa impacto en la calidad de la educación.

Elogio del SNTE

La pregunta se formula así: ¿De quién se hará acompañar? ¿De los maestros de banquillo y su sindicato o de la agenda de Mexicanos Primero?

Aurelio Nuño casi suelta una carcajada. Es la primera vez que hace una pausa larga para alguien que habla con soltura y de corrido: “No, yo voy a estar con los maestros. Lo he dicho, yo quiero ser, y es la instrucción que tengo del Presidente, un secretario de Educación muy cercano a ellos. A los que están diario en el salón de clases, a los de base, y también muy cercano al sindicato. Con la sana relación que debe tener la autoridad con el sindicato. Que debe ser muy cercana, de diálogo permanente, pero sin confundir roles. Es decir, la autoridad es autoridad, y el sindicato es sindicato.

La razón esencial del sindicato es velar por los derechos laborales y buscar mejores condiciones de trabajo y económicas de sus representados. La de la autoridad es ser autoridad, conducir la política educativa, aplicar las leyes, pero esto se puede hacer en perfecta armonía.

–Considera que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), tal como está, ¿le sirve a los maestros?

–Sin duda.

–El SNTE es el mismo que encabezó Elba Esther Gordillo. ¿No necesita también de una reforma?

–Eso es discusión interna del sindicato. Desde mi óptica, es un sindicato fuerte que está muy bien dirigido y conducido. Creo que su líder, Juan Díaz de la Torre, es muy cercano a los maestros, un líder moderno, que entiende la importancia de la reforma educativa, que está permanentemente ocupado y preocupado de las necesidades de los maestros.

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Para el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, el centro de la reforma educativa son los docentesFoto Carlos Ramos Mamahua

“Siento que el SNTE vive un gran momento, de modernización, de trabajo por los maestros y por la reforma. Es un momento donde el fuerte y sensato liderazgo de Juan Díaz ha dejado atrás pretensiones de otro tipo. Díaz de la Torre es un líder muy firme, en buena coordinación y en buen diálogo con la autoridad.

–Ernesto Zedillo decía que no sabía qué pasaba con sus instrucciones apenas cruzaban la puerta de este despacho.

–Yo espero sí saber qué pasa. A mí me apasiona el tema educativo, es el sector más noble y más bonito que tiene el gobierno, y desde el cual se puede contribuir más a cambiar de fondo la realidad del país.

–Es el sector más bonito, pero quizá también el más complejo.

–El reto es inmenso. Tenemos que seguir avanzando en la revisión de los planes de estudio, y al final de sexenio tener un avance significativo; no me comprometo a más. Necesito calibrar el tiempo que necesitamos para tener planes de estudio realmente de calidad, y que además estén consensuados, o por lo menos que hayan pasado por un proceso plural con expertos, con los maestros, con las autoridades locales. No me atrevería a decir si vamos a lograr tener todos los planes de estudio listos para 2018.

–Recentralizados los pagos, frecuentes las amenazas de gobernadores de devolver a la Federación el sistema educativo, su antecesor cuestionó la vigencia del Acuerdo Nacional por la Modernización de la Educación Básica de 1992. ¿Se agotó?

–No. Voy a ser también un secretario muy cercano a los gobernadores, porque el aterrizaje de la educación pública está en lo local, y es fundamental que el secretario de Educación tenga una coordinación estrechísima con todos los mandatarios estatales. Quiero proponerles un esquema novedoso de trabajo y de coordinación para que podamos caminar con mucha mayor celeridad y mucho mejor coordinados. Si no logramos tener una coordinación genuina, efectiva y abierta con las entidades federativas, la reforma y todo lo demás se nos puede quedar en papeles y en buenas intenciones.

–Entre los maestros, la reforma ha causado molestia, enojo, además de desconfianza e incertidumbre. No sólo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), sino incluso de otros sectores del magisterio.

–Así es.

–¿Está consciente de ello?

–Sin duda, y por eso quiero ser un secretario muy cercano a ellos. Número uno, me interesa genuinamente escucharlos, entender mejor cuáles son sus preocupaciones, inquietudes, y dialogar con ellos.

Me interesa mucho platicar con ellos y explicarles que la reforma educativa no está hecha para castigarlos, sancionarlos o perjudicarlos, sino al contrario, es para mejorar. Particularmente dialogar sobre la evaluación, que sé es lo que más inquietud ha generado. Entiendo que en algunos lugares ha generado enojo y la sensación de incertidumbre, admite.

Llegado a este punto, Nuño resume las tres líneas que guiarán los diálogos que sostendrá con los maestros en un recorrido por el país que realizará con ese fin.

Hay poco de nuevo en sus argumentos, aunque sus expresiones contrastan con el rijoso discurso de su antecesor, Emilio Chuayffett.

El primero de tres puntos es reiterativo: La evaluación no está hecha para correr a los maestros. Su fin es saber qué están haciendo bien y en qué necesitan mejorar.

De los resultados saldrá un conjunto de programas de formación profesional docente o capacitación que sea de excelencia... El objetivo no es correr maestros; queremos que todos sigan siendo profesores.

El segundo es un punto en el que Nuño quiere insistir mucho: que el artículo 68 de la Ley del Servicio Profesional Docente obliga a que los procesos de evaluación consideren los contextos regionales y socioculturales. En rigor, cumplir tal precepto corresponde al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, pero el titular de la SEP dice que, con respeto a la autonomía del mencionado instituto, trabajará para que se dé cabal cumplimiento a la ley.

El tercer punto de Nuño es reiterar que los maestros que logren buenos resultados en las evaluaciones ganarán más.

Estos tres temas nos dicen que la evaluación no es para perjudicarlos, sino para ayudarlos, dice.

En boca del nuevo titular de la SEP, el gobierno se compromete a brindar a los docentes capacitación y actualización, elementos que hasta ahora brillan por su ausencia. Así se llegará a un escenario, afirma, en que “el futuro del maestro sólo va a depender de él, de su esfuerzo y de su talento, ya no del favor de un líder, de algún tipo de relación clientelar o corporativa. Y eso nos va a permitir que mejoren. Por eso insisto en que el tema de la evaluación no es un tema laboral, como se dice; es un tema que va al corazón de la calidad de la enseñanza y sin duda de la organización política, en un buen sentido, del sistema educativo.

–Hicieron de la evaluación el alma de la reforma.

–Porque es muy importante, no es un tema menor. La evaluación es parte central, pero no es lo único. Se volvió un tema muy público, muy mediático, pues cambia la forma en la que estaban organizados los maestros y genera inquietudes normales. Al final vamos a lograr que la gran mayoría de ellos abrace esta reforma.

–Con esta reforma, ¿el magisterio deja de ser una profesión de Estado?

–No, al revés, se fortalece. Los maestros de educación pública son la esencia, la columna vertebral y el mayor orgullo del Estado mexicano, y más conforme vayamos avanzando en nuestra reforma.

–¿Cuál es el maestro que quiere formar el Estado?

–Son muchos puntos. Vamos a trabajar en un fortalecimiento de las escuelas normales. A partir del próximo año todo aquel que tenga una licenciatura puede concursar por una plaza para docente, lo cual va a aumentar la competencia. Por lo mismo estamos obligados a fortalecer a las normales en todos los sentidos. Se está trabajando el plan integral.

“En cuanto al tipo de maestros, queremos formar buenos profesores. Hay una gran diversidad: no necesariamente el tipo de profesor para una región es el mejor para otra; también hay que entender las diferencias regionales y, por tanto, las estrategias que deben seguir las escuelas normales.

–La ley obliga a que los docentes de primer ingreso tengan un tutor. Pero eso no ha caminado.

–La reforma les da a los docentes el derecho de tener un acompañamiento y una formación profesional adecuada, y nosotros estamos obligados a dárselas. Parte de los temas que requerimos afinar dentro de la SEP es que podamos tener no sólo a los tutores, sino los programas de formación profesional docente adecuados a las necesidades de los maestros.

–¿Cómo encarar los retos de estas reformas en medio de tantos recortes?

–Necesitamos concentrar los recursos en las áreas prioritarias. No es opción subir impuestos ni endeudarnos; la opción que nos queda en el gobierno es apretarnos el cinturón. El Presidente, al ser la educación su prioridad, nos ha dado la instrucción de que el presupuesto educativo sea el que más se cuide.

Ya se anunció que una de las prioridades será el presupuesto en educación superior y el de ciencia y tecnología.

–O sea que los rectores pueden estar tranquilos.

–Sí. El secretario de Hacienda tuvo una reunión con los rectores y les dijo que difícilmente habrá recursos extras para este año, por la situación que vivimos, pero que la instrucción del Presidente es que no se reduzca el presupuesto de las universidades. Dicho esto, es claro que tendremos que hacer un esfuerzo, y parte del reto que tendremos es concentrar los recursos en los programas más necesarios.

–¿Hizo falta diálogo para convencer a los maestros?

–No sé, pero con este secretario de Educación van a tener mucha cercanía y muchísimo diálogo. El Presidente y este secretario no creemos en una conducción autoritaria de la educación; creemos en una conducción firme, pero también con una gran apertura a maestros, padres, alumnos y toda la sociedad. Una cosa es decidir sin escuchar y otra decidir después de tener un diálogo.

–¿Se les escuchará y serán tomados en cuenta?

–Sin duda alguna.

–¿La ausencia de Elba Esther Gordillo permitió que esta reforma caminara mejor?

–¿Usted qué cree? Simplemente diría que la reforma va bien, pero apenas ahí va –concluye.