En la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2016, entregada ayer por el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, a la Cámara de Diputados, el gobierno federal ‘‘busca romper con las inercias de gasto generadas en años de altos ingresos petroleros’’. La forma en que pretende lograrlo es a partir de lo que llama ‘‘reingeniería del gasto con un enfoque base cero’’, como define en el documento de Criterios generales de política económica 2016.

Elaborar el presupuesto sobre una base cero busca, a partir de una evaluación, reducir duplicidad y buscar mayor eficiencia en el uso de los recursos. Para 2016, el ejercicio arrojó que el gasto corriente se ubique, si es aprobada la propuesta, 147 mil 500 millones de pesos por debajo del límite máximo que establece la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

De acuerdo con los documentos entregados ayer por Hacienda, el prespuesto base cero identificó ‘‘complementariedades, similitudes y duplicidades’’ que permiten proponer fusiones, cambio de sector de un programa y, en su caso, la eliminación de programas presupuestarios.

Una segunda acción consistió en adecuar las estructuras orgánicas de la administración pública federal para centralizar funciones y fusionar áreas donde se identificaron duplicidades.

En tercer lugar, se buscó optimizar los recursos destinados al gasto de operación. También, buscar que se asigne presupuesto a los programas de mayor ‘‘rentabilidad social’’ e impacto en el desarrollo regional.