La simplificación de las anulaciones matrimoniales, estipulada ayer por el papa Francisco, es una medida muy importante y acertada, afirmó Rodrigo Guerra López, asesor interno del Sínodo de Obispos para la Familia.

Al respecto, el sacerdote Eduardo Corral Merino, secretario de las dimensiones de Educación y Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), expresó que con esos cambios el pontífice está haciendo un ejercicio de lectura de la realidad, de lo que está pasando en los juicios de nulidad. Me parece que es un hombre que está buscando servir verdaderamente a la gente, pero sobre todo que está yendo con la misericordia por enfrente.

En este sentido, dijo que Jorge Mario Bergoglio está buscando cómo le ayudamos a salir del bache. Él está viendo por el dolor y el sufrimiento de las personas, y en estos casos de nulidad hay mucho. Requerimos salir como una Iglesia que asiste, que cuida, pero sobre todo que está atenta a la redención.

En entrevistas por separado, realizadas al concluir la mesa de diálogo Impacto ambiental: Laudato sí, indicaron que los decretos papales cobran mayor relevancia en la víspera del sínodo de la familia, que se llevará a cabo en octubre, y señalaron que el pontífice no está cancelando la doctrina que establece que el matrimonio católico es indisoluble.

Guerra López, director del Centro de Investigación Social Avanzada, apuntó que aunque Bergoglio no da un paso atrás en la doctrina, dice que hay que revisar si realmente estos matrimonios son verdaderamente sacramentales.

Añadió que ello beneficiará a muchas personas que han tenido una grave problemática matrimonial y sufren muchísimo al acercarse a un tribunal eclesiástico y esperar años por procedimientos engorrosos, que son un calvario contrario a la dignidad humana.

Destacó: Es muy importante que la Iglesia, dejando fariseísmos, moralismos y rigideces, explore una nueva forma de practicar una misericordia en donde todos se puedan sentir acogidos.