Habitantes de Santa Fe se mantienen en alerta ante el inicio de estudios topográficos y señalamientos en la calle Vasco de Quiroga, por donde pasará el tren interurbano México-Toluca y el viaducto elevado, proyectos que cuentan ya con mil 420 millones de pesos.

La imposición de dichas obras, que serán realizadas por las empresas OHL, ICA y Caabsa en sus tres tramos y se concesionarán al sector privado, generará estallidos sociales al beneficiar a una élite que visitará el Nevado de Toluca, que se convertirá en área de alpinismo.

Asimismo, afectará los manantiales y vasos reguladores de Santa Fe y Observatorio por la edificación de un bitúnel, ante esta política de rapacidad urbana impulsada por el Gobierno del Distrito Federal, denunciaron Emir González, Raúl Martínez y Marco Vázquez.

Exigieron a las autoridades locales y federales detener el proyecto y presentar la manifestación de impacto ambiental, a fin de conocer el trazo y las afectaciones que traerá, como hundimientos, porque está sobre una zona minada.

Mencionaron que la clasificación de la información les impide protegerse jurídicamente contra la obra, que estará lista en 2017, por lo cual tememos que manden a policías, como en Mixcoac, pues se marcaron las zonas a excavar, pero vamos a evitarlo con movilizaciones, porque se trata de una imposición.