Anda por ahí

Hermann Bellinghausen

Qué bestia ronda en el techo
con la escandalera de un intruso desvergonzado.
A quién espera asustar el bicho
que sea fantasma, tlacuache feo,
sombra que cae de sí
al tiradero de trebejos en que tropezaron
el gato marrullero, la ardilla serpiente
y pájaro, el ratón exiliado
de los sembradíos,
el ladrón verdadero y sus malas intenciones.
Los trebejos cayendo delataron al que acecha
en la oscuridad de las tejas
que en sus bordes colonizan las golondrinas
y de sus parásitos de intemperie
se alimenta el ágil carpintero.

Pero qué anda ahí.
Recorro la casa cuarto por cuarto,
la rodeo por fuera, reviso
la inclinación del techo de dos aguas,
por ojos uso las ventanas y el tragaluz tuerto.

Existe sólo en mi conciencia
la bestia que hace crujir las vigas
como en los sueños y las mentiras.

Menos solo de lo que pienso
incursiono los rincones del olvido
cundidos de telarañas y de insectos disecados.

Nada se revela de quien ronda
los covachas sobre mi cabeza
al interior de qué locura,
atento a los pasos de la vigilia,
nahual de un yo otro,
döppelganger que se hace guaje
si asomo la linterna en su rincón
y me hace creer que alucino,
que malinterpreto mis sentidos,
que lo único que tropieza aquí
es mi coja noción de la realidad.

Sé que ahí anda. Identificarlo me falta.
Tarde o temprano lo traicionarán
su gula, su curiosidad o su excremento.
Hasta entonces seguiré en alerta
sin perder detalle de sus ruidos.
No me da miedo, me da en qué pensar.

Despierto salgo. Despierto me desencadeno.
Despierto me va a encontrar.
Despierto.

Hermann Bellinghausen publicó los poemarios Ver de memoria, en 2013 (La Cabra Ediciones, México), y en 2014 Trópico de la libertad (Desinformémonos, México), Memorial del astronauta (La Ratona Cartonera, Cuernavaca) y Estos ojos y su danza (Cascada de Palabras, México).