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Inaceptable, el trato a quienes huyen de la guerra: Ban Ki-moon

Hungría lanza chorros de agua y gas a refugiados

Más de 350 indocumentados detenidos enfrentan cárcel de 3 a 5 años

Migrantes buscan otras vías para llegar a países prósperos de Europa

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El presidente de Siria, Bashar Assad (en imagen de archivo), culpó ayer a Occidente de la crisis migratoria que vive Europa por su respaldo al extremismo islámico. En entrevista a medios rusos, reiteró que sólo dejará el poder si el pueblo sirio lo quiere y no por presión de Estados Unidos, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas o la Conferencia de GinebraFoto Ap
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Policías de Hungría impidieron a refugiados el ingreso a su territorio con chorros de agua y gas lacrimógeno. Tras varios intentos por cruzar en la frontera con Serbia, resultaron heridos al menos 20 oficiales y tres niñosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de septiembre de 2015, p. 21

Röszke.

La policía húngara atacó este miércoles con gas lacrimógeno y cañones de agua a cientos de refugiados que intentaban ingresar a su territorio para llegar a naciones más prósperas de Europa. Al menos 20 oficiales y tres niños resultaron heridos en los enfrentamientos, y 367 fueron detenidos por ingresar sin documentos al país, que desde el pasado martes cerró su frontera con la ex república yugoslava de Serbia.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ban Ki-moon, se dijo conmocionado por el trato de Hungría a los migrantes. No es aceptable. Todos los países tienen problemas internos, pero cuando hay personas que huyen de guerras y persecuciones debemos mostrar compasión y liderazgo, sostuvo.

El cierre de la frontera húngara obligó a abrir otras rutas en los Balcanes, y la también ex república yugolasva de Croacia abrió este miércoles sus fronteras a cientos de solicitantes de asilo en su ruta hacia países como Alemania.

En lo que va del año han muerto 3 mil 840 migrantes en todo el mundo, tres cuartas partes en el mar Mediterráneo, indicó la Organización Internacional de Migraciones. Precisó que el número de decesos del 1º de enero al 15 de septiembre en el Mediterráneo es inferior al del mismo periodo de 2014, cuando sumaron 2 mil 993.

En este contexto, Alemania reforzó sus controles en parte de su frontera con Francia. Autoridades alemanas impidieron el ingreso a su territorio a 3 mil 500 migrantes que llegaron desde Austria.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, habló con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de la crisis de los refugiados que huyen de Sira, Irak y otras países asolados por la guerra. Acordaron intensificar la cooperación para luchar contra la oleada de refugiados.

Merkel rechazó este martes que amenazar con sanciones económicas a los países que se niegan a recibir a los refugiados como acordó la Unión Europea (UE) sea la solución a esta crisis. Debemos restablecer un espíritu europeo, pero no a través de amenazas, indicó.

En otra nueva tragedia, al menos 22 personas murieron, entre ellas cuatro niños, al hundirse un bote de refugiados frente a la costa de Turquía, informó la agencia local Dogan. La guardia costera turca salvó a 230 personas que iban rumbo a las islas griegas.

La policía antimotines húngara lanzó chorros de agua y gas lacrimógeno a migrantes que intentaban cruzar un paso fronterizo, mientras refugiados en otros lugares de los Balcanes buscaban nuevas rutas de ingreso.

La decisión de Hungría de cerrar la frontera de la UE con Serbia esta semana fue el intento más contundente a la fecha de un país europeo de poner freno al flujo de refugiados e inmigrantes que ha desbordado al bloque.

La medida dejó a decenas de miles de solicitantes de asilo diseminados por la península balcánica en busca de vías alternas para llegar a la UE; el gobierno húngaro anunció que planea levantar una valla en partes de su frontera con Croacia y Rumania para frenar el arribo.

Filas de policías antidisturbios, apoyados por vehículos blindados, se formaron detrás del cruce con Serbia, cerrado con barricadas, mientras jóvenes migrantes les arrojaban piedras al grito de abran, abran, un día después de que entró en vigor la ley que castiga con cárcel el ingreso de indocumentados.

La situación se calmó por la noche, cuando las autoridades serbias enviaron autobuses a la zona para trasladar a los migrantes a centros de acogida.

Al menos 20 policías y tres niños resultaron heridos en los enfrentamientos, declaró un agente de seguridad húngaro.

Los 367 refugiados que lograron ingresar fueron detenidos, serán sometidos a juicio y enfrentan penas de tres a cinco años de cárcel. Del total, 316 están acusados de haber dañado la valla en la frontera serbia, y 51 de haberla cruzado. El lunes 9 mil 380 migrantes entraron a Hungría, cifra récord, según la policía. En total, más de 200 mil han pasado por este país desde principios de año.