La desaparición de los 43 normalistas es la constante de la violencia de Estado, no es un hecho aislado, sino parte del hilo histórico de las masacres, las desapariciones forzadas, las represiones contra los luchadores sociales y una larga cadena de agresiones contra los más pobres y despreciados, expresaron Raúl Romero y Argelia Guerrero en la presentación del libro Ayotzinapa: un grito por la humanidad.

Ante los asistentes al foro México y el mundo actual, organizado por Casa Lamm y La Jornada, Romero, académico del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y uno de los 33 autores del libro, comentó que el grado de deshumanización y terror que se ha impuesto nos ha llevado a resumir en números las tragedias.

Puso de ejemplo los casos de los 49 niños fallecidos por el incendio de la guardería ABC en hermosillo, Sonora, y de los 72 migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas.

Tlatlaya, El Charco, Aguas Blancas, Acteal, entre otros casos de muertos, heridos y desaparecidos, forman parte de la crueldad del capitalismo y neocolonialismo que buscan desestructurar todo tipo de resistencias del pueblo, señaló.

También, agregó, se utiliza a la guerra contra el narcotráfico como una estrategia para silenciar, perseguir y asesinar a militantes populares para desatar la violencia clasista, racista y sexista.

Argelia Guerrero, integrante de Artistas por la Paz, apuntó que el libro es una aportación desde el corazón de los participantes; no se circunscribe a un tema de solidaridad, pues también se presentan datos duros.

En menos de una década, añadió, hay más de 100 mil desaparecidos, y las cifras de muertos superan los 20 diariamente, como lo apunta en su aportación Ana Esther Ceceña, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

El libro, destacó Guerrero, es un cúmulo de argumentos con los que se trata de revertir la mentira histórica, pues en Ayotzinapa se tocaron todos los límites.

Convocó a la sociedad a participar de manera activa: nuestras vidas no pueden tener ninguna normalidad porque nos faltan 43 personas, acotó.

Nayar López Castellanos, compilador de los textos del libro, explicó que la idea surgió en una reunión de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, y es una demostración de la indignación por el crimen de Estado que se cometió el 26 y 27 de septiembre del año pasado.

Tatiana Coll, colaboradora de La Jornada, convocó a los asistentes al foro a participar en la marcha del próximo sábado, cuando se cumple un año de los ataques a los normalistas.