Sociedad y Justicia
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El rector de la UNAM afirma que la instrucción es un igualador social

Educar cuesta, pero no hacerlo conduce a la bancarrota: Narro

En los ocho años al frente de la Universidad el propósito fue romper el paradigma origen es destino, destaca en un mensaje

Aumentó la matrícula universitaria en 45 mil plazas

 
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de septiembre de 2015, p. 35

Al rendir un mensaje en el que resumió sus ocho años de gestión, José Narro Robles, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró que la educación es uno de los grandes igualadores sociales, un elemento liberador de los individuos que rompe con el paradigma de que origen es destino, particularmente en un país en el que prevalecen la desigualdad, la pobreza y la corrupción. Por ello es trascendente el papel que juegan las universidades públicas.

La labor de la UNAM supera la de transmitir y generar conocimientos. El objetivo mayor tiene que ver con la formación de ciudadanos libres, con principios éticos y compromisos sociales, preparados para vivir en democracia, para fortalecer las instituciones, ser solidarios con los demás, exigir el respeto los derechos humanos propios y garantizar el cumplimiento de las garantías básicas ajenas.

Ante representantes de la comunidad universitaria que se congregaron en la sala Miguel Covarrubias para escuchar su mensaje, Narro Robles subrayó: educar cuesta, pero no hacerlo conduce a la bancarrota, implica hipotecar el porvenir y suscribir un pagaré imposible de saldar, incluso al paso de los años.

Hizo un recorrido por algunos de los puntos que priorizó durante sus dos periodos al frente de la máxima casa de estudios 2007-2011 y 2011-2015, pero sobre todo destacó que la UNAM tiene tres lustros de continuidad, consistencia y mayormente de tranquilidad. En este periodo, dijo, se ejerció la crítica ante la situaciones y problemáticas que enfrentó México sin que ningún funcionario gubernamental usara su autoridad para intentar dañar a la universidad por sus opiniones.

Y este avance se ha concretado por la conjunción de tres elementos: la estabilidad interna, el dinamismo del trabajo académico y el apoyo brindado por los poderes de la República. Recordó que en 2015 la UNAM contó con el mayor subsidio gubernamental de su historia (más de 37 mil millones de pesos) y que en estos ocho años su presupuesto creció 90 por ciento.

La UNAM vive hoy una buena etapa. Trabaja, avanza y tiene un sinfín de iniciativas para mejorar su quehacer. Sus servicios y aportaciones a la sociedad son pertinentes, de calidad y constantes. Su vinculación con instituciones hermanas del país y del extranjero son sólidas y genera resultados favorables.

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El rector José Narro Robles hizo, en la Sala Miguel Covarrubias, un recorrido por los ocho años que lleva al frente de la UNAMFoto Carlos Ramos Mamahua

Agregó que los estudiantes tienen apoyos económicos y pedagógicos para mejorar su rendimiento, los cuerpos colegiados de mayor credibilidad y los investigadores, equipos e instalaciones similares a los de cualquier universidad de primer nivel. Además, la vinculación con el sector productivo está bien consolidada, la oferta cultural es rica, diversa e imaginativa, se amplió su infraestructura y hoy la UNAM tiene presencia en siete países.

Recibí una institución fuerte, trabajando y con prestigio, y así la entregaré. Narro Robles concluirá su gestión el próximo 16 de noviembre, por lo que ésta fue prácticamente su ceremonia de despedida.

Aceptó que todos los propósitos que se plantea una administración que se desarrolla en una comunidad tan rica, crítica, activa y participante como la de la UNAM no siempre pueden alcanzarse. Cuando esto no se logra, lo peor es tratar de imponer decisiones a toda costa. En ningún caso lo hice así. Nunca impulsé alguna acción sin consenso, ninguna medida que pudiera alterar la armonía y la tranquilidad que han caracterizado esta etapa. Avanzamos en muchos sentidos, siempre con el acuerdo de los integrantes de la comunidad involucrada en los distintos temas. Nunca se cedió ante la presión y en lo académico no se permitieron pasos atrás.

Durante este rectorado –aseveró– en la UNAM ha habido congruencia entre decir y hacer, entre pedir y dar. Recalcó que en su momento se dijo que era indispensable ampliar la cobertura y se respondió con el crecimiento de la matrícula universitaria en más de 45 mil alumnos, cifra superior a la de muchas instituciones públicas de educación superior. También se han entregado cuentas, el presupuesto se destinó a las tareas sustantivas, los informes anuales de trabajo serán públicos y ya están listos los libros blancos para la siguiente administración.