Sociedad y Justicia
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Por ahora, sólo disponible en clínica privada, explica Jorge Hernández, del INNN

La tecnología robótica y biónica logra revertir parálisis causadas por embolias
 
Periódico La Jornada
Viernes 25 de septiembre de 2015, p. 43

La enfermedad vascular cerebral (mejor conocida como embolia) representa la quinta causa de muerte en el país y la primera de consulta en hospitales como el del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez.

El padecimiento está entre los primeros motivos de discapacidad, sobre todo por las limitaciones que hay para la rehabilitación de los pacientes. La parálisis de una parte o la totalidad del cuerpo se puede revertir con ayuda de la tecnología robótica y biónica que ya existe en el mundo, pero que ahora sólo está disponible de manera integral en una clínica privada, admitió Jorge Hernández, jefe del Departamento de Rehabilitación del INNN.

Resaltó que la rehabilitación debe empezar de inmediato para tener mejores resultados y en menos tiempo. En los pasados 10 a 15 años los desarrollos tecnológicos han avanzado para poder ofrecer a los enfermos sistemas modernos que los ayuden de manera efectiva.

En conferencia, el especialista señaló que antes de esto, lo único que se podía ofrecer eran estrategias diseñadas a mediados del siglo pasado, en la etapa de la posguerra.

Los eventos vasculares cerebrales son de las principales consecuencias de enfermedades como hipertensión arterial y diabetes. Consisten en la obstrucción de arterias que irrigan sangre al cerebro por grasa acumulada o coágulos que se desprenden y bloquean la circulación sanguínea.

Dependiendo de la zona del cerebro donde eso ocurra, las personas sufren daño neurológico y pierden capacidades físicas, como la movilidad o el habla.

Plasticidad cerebral

El conocimiento sobre la capacidad del sistema nervioso central de adaptarse e incluso, que las áreas sanas realicen las actividades de las zonas dañadas por el evento vascular cerebral es uno de los mayores avances de la ciencia médica en esta materia. A esto se le conoce como plasticidad cerebral y ahora, lo relevante es lograr que esa capacidad tenga un significado, es decir, que con ayuda efectiva, se logre la rehabilitación, indicó Hernández Franco.

Hasta ahora, la tecnología biónica y robótica existe con unos cuantos equipos que están disponibles en los institutos Mexicano del Seguro Social, de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, así como en centros de rehabilitación del DIF. En el INNN no hay nada de este tipo, indicó.

Sin embargo, confió en que con base en la evidencia que se obtenga de investigaciones que se llevan a cabo en ese instituto, se generen los datos para sustentar la adquisición de los equipos.

El especialista comentó que recientemente concluyó un primer estudio, en el que participaron 40 enfermos con secuelas de eventos vasculares cerebrales ocurridos varios años atrás. A pesar del tiempo transcurrido, los pacientes lograron mejoría entre 15 a 20 por ciento mayor con el uso de robots –prestados sin ningún costo por la clínica Cerebro–, respecto de las terapias tradicionales.

En una siguiente etapa, el investigador probará los equipos en 20 personas que recientemente hayan sufrido el evento vascular, registren un daño cerebral parecido a fin de poder observar los beneficios de la robótica.