Sociedad y Justicia
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Pretende impulsar renovación de la planta docente, ante edad promedio de 57 años

Actualizar bachillerato y dar practicidad a la licenciatura, planea Enrique Graue

Colega de Narro y de De la Fuente, espera una competencia leal por la sucesión en la UNAM

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El director de la Facultad de Medicina de la UNAM, Enrique Graue, aspirante a la rectoríaFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Domingo 27 de septiembre de 2015, p. 34

El director de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, resume sus expectativas: Ser rector es la máxima aspiración que se puede tener.

Confiado en que el proceso para relevar a José Narro Robles en la rectoría de la institución será una competencia leal, sin animadversiones entre la comunidad, celebra que desde hace tres lustros la UNAM goce de gran estabilidad. El reto ahora es no perderla y saber administrarla y potenciarla. Reordenar todo el crecimiento y reforzar lo que aún está suelto.

En entrevista con La Jornada reconoce el trabajo de los rectorados de Juan Ramón de la Fuente y de Narro Robles, que está por concluir. Ambos médicos, como Graue, pero lejos de verlo como una desventaja, lo reconoce como un reto.

No tengo el carisma de De la Fuente, ni la elocuencia, conocimientos y tremendas relaciones de Narro. A mí me gusta trabajar, soy entusiasta y eso te da la oportunidad de crecer, soy una persona conciliadora, esas son mis principales cualidades. La silla está muy ancha, pero esto no es de profesiones, sino de proyectos y trayectoria.

Graue Wiechers (Distrito Federal, enero de 1951) es médico cirujano, especialista en oftalmología por la UNAM, y realizó la subespecialidad en el área de biología y cirugía de trasplantes de córnea en la Universidad de Florida, Estados Unidos. Fue director del Instituto de Oftalmología, es presidente del Patronato Fundación Conde de Valenciana.

–¿Cuál es su proyecto de universidad?

–Empecemos por la educación media superior. Nuestro bachillerato debe crecer, las instalaciones se mejoraron, pero deben modernizarse, hay que homologar la calidad educativa en los planteles, estimular a los profesores, darles vías para publicar, para hacer investigación, y actualizar los planes de estudios.

En licenciatura hay que darle un sentido más práctico, vincular el aprendizaje a situaciones reales. Tenemos que crecer y ofrecer nuevas carreras. Carreras que no haya en los estados. ¿Nuevos polos? Pues si aparece alguna oportunidad formal, bien hecha, que tenga con ella presupuesto, valdría la pena pensarlo. Tenemos que seguir ampliando la matrícula, el sistema de universidad abierta y a distancia es el que ha crecido más. La UNAM debe alzar la voz, pero no sólo le corresponde a ella, necesitamos más universidades públicas y apoyar a las estatales, desde los años 70 no se ha creado una institución grande, la UAM fue la última. El país debe ofrecer oportunidades a la población.

En su proyecto también incluye el fortalecimiento del posgrado, de la investigación, la cultura y el deporte.

–¿Se debe cobrar cuotas en la UNAM?

–Las cuotas escolares no tienen por qué aumentar, sería hasta peligroso hacerlo porque se desvincularía al Estado de su obligación de financiar a las universidades. En el caso de las cuotas del posgrado hoy se dejó cancelado, hay que volverlo a plantear por las vías institucionales, como lo indica el reglamento general de pagos: que primero pase a la Comisión de Presupuesto y luego a Patronato, para ser aprobadas.

–Uno de los retos del siguiente rector será impulsar el rejuvenecimiento del personal docente. ¿Cómo hacerlo?

–El promedio de edad de nuestros profesores de carrera es de 57 años, hay que entrarle. El programa del rector Narro sobre el tema ha sido muy exitoso, debe mantenerse. Gracias a éste la tendencia del envejecimiento se detuvo, ahora hay que empezar la curva del rejuvenecimiento; de seguir así se conseguirá para 2025.

–¿Qué hacer con los problemas de inseguridad al interior de los planteles?

–Es un tema del país, no sólo de la UNAM. Hay que trabajar con las autoridades correspondientes de los sitios donde se encuentran nuestros campus. Lo que previene uno afuera repercute dentro. Hay que crear la cultura de la denuncia.

–¿Qué retos ve para la universidad en la siguientes dos décadas?

–Integrarnos y vincularnos. Integrarnos a las necesidades del país en formación de recursos humanos, investigación y difusión de la cultura, y vincularnos con todos los sectores que sean capaces de utilizar las fuerzas de la inteligencia de la universidad, públicos y privados. Y mejorar la calidad académica.