El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene como problema endémico los subejercicios, tampoco incluye algunos gastos dentro del presupuesto, además de que con la reforma electoral se agudizó la duplicidad de funciones y hay fuertes rezagos en la automatización de procesos.

Estos problemas fueron planteados en las mesas de modernización institucional realizadas entre los consejeros electorales y los titulares de ocho áreas, incluidas cuatro direcciones ejecutivas, con miras a aprovechar mejor los 15 mil 473 millones de pesos que el instituto pretende recibir el próximo año.

Los titulares de esas áreas no consideraron adelgazar la plantilla, por lo que solicitan más personal, lo cual algunos consejeros consideran que no llevará a la automatización mediante la tecnología, sino sólo será una restructuración.

De acuerdo con las minutas de estas reuniones privadas, el consejero Benito Nacif expresó el 11 de agosto pasado que en el área de recursos financieros uno de los problemas endémicos de esta institución es que el presupuesto no se aplica adecuadamente. Por eso, consideró positivo que exista este año un esquema para controlar el ejercicio de los fondos.

Propuso a la Dirección Ejecutiva de Administración (DEA) prever gastos y se quejó de la poca rendición de cuentas en lo que concierne al presupuesto, no hay una evaluación constante, de manera que se genere ese aprendizaje cada año.

Admitió que incluso los integrantes del Consejo General deben involucrarse en ese aprendizaje, porque aprueban medidas que generan impacto presupuestal sin tener conocimiento pleno. En la misma sesión, el director ejecutivo de Prerrogativas y Partidos políticos,  Patricio Ballados, reconoció que hay duplicidades en su área.

Ante las peticiones de la Dirección Jurídica para contratar más personal, el consejero Marco Antonio Baños explicó que no es posible autorizar una restructuración de esa área y de la Unidad de lo Contencioso electoral sin comparar sus funciones, para evitar duplicidades.

Esto porque el área jurídica del INE solicitó 7.4 millones de pesos para operar el próximo año e incorporar tres plazas de subdirector, dos jefes de departamento, 13 abogados y tres administrativos. Una petición similar hizo la Unidad Técnica de transparencia, que solicitó 19 empleados más.

Ambas áreas admitieron que carecen de sistemas informáticos adecuados y sus manuales de organización están desactualizados. El área de transparencia genera una mala percepción de los ciudadanos sobre el trabajo del instituto.

En este punto, los consejeros fueron muy críticos con algunos titulares de área. Nacif dijo el 31 de agosto que llamaba la atención escuchar que son insuficientes los recursos para la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, a cargo de Luis Javier Vaquero, siendo que su presupuesto ha crecido.

El área ha sido muy lenta en acoger innovaciones; por ejemplo, la creación de comunidades de funcionarios de casilla, a través de redes sociales. Se requiere que el área piense más estratégicamente a mediano y largo plazos, y en los impactos financieros de las decisiones.

Javier Santiago, presidente de la Comisión de Modernización Institucional, comentó que Vaquero no consideró utilizar medios informáticos para incidir en la capacitación o en la educación cívica, a lo que el titular del área respondió que debería implementarse el voto electrónico.