Montaje que se estrenó el pasado fin de semana en el Cenart
Basada en un filme de Paula Markovitch sobre la dictadura argentina, compuesta por Georgina Derbez, con el coro Schola Cantorum de México
Sábado 10 de octubre de 2015, p. 4
Una historia de evocadores momentos en una época de hostilidad y miedo se recrea en la ópera en un acto La creciente, que se estrenó mundialmente en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
La pieza de la compositora Georgina Derbez y de la escritora argentina-mexicana Paula Markovitch es un encargo del Festival Internacional Cervantino (FIC), que se montó en el teatro Raúl Flores Canelo del Cenart el pasado fin de semana, donde recibió nutridos y emotivos aplausos.
En esta ópera de cámara participan cerca de 15 niños del coro Schola Cantorum de México, la niña Karla Castro y la soprano Irasema Terrazas, quienes interpretan al personaje principal en su época infantil y adulta.
También salen a escena la soprano Carolina Wong, la mezzosoprano Gabriela Flores, el barítono Juan Carlos Heredia y la niña soprano Camila Sánchez, solista del coro citado.
La pieza es una historia semibiográfica de una niña que está atrapada entre la opresión de la dictadura y el amor por su familia. Está ambientada en un escenario con tonos sepia, además de una pantalla que proyecta imágenes del mar; los músicos, dirigidos por Ludwing Carrasco, marcan con sus ejecuciones cada momento crucial de la trama.
Esta historia es un recuerdo entre paisajes de la infancia, a los que la protagonista siempre vuelve en sueños.
Aunque han pasado los años, aún escucha claramente el sonido del viento, incesante y húmedo. La playa inhóspita y las tormentas hacen temblar las paredes, mientras las persecuciones vuelven hostil y triste el ambiente en aquella nación con bandera blanca y celeste.
La protagonista describe en su versión, desde una visión infantil y luego adulta, la época de la huída, y también la de una escuela donde se percibe la mediocridad abrumadora del fascismo y sus ceremonias ridículas.
“Tengo siete años –canta la niña Ceci–; voy a la escuela y sé que no debo revelar a los otros niños mi verdadera identidad, porque me ha explicado mi madre que de mi silencio depende la vida de mi familia.
Qué debo decir, qué debo callar, cómo debería ser para merecer la aprobación de mi madre y los demás.
La creciente es la segunda ópera de cámara que encarga el FIC para que se represente en el espacio Ópera Mexicana del Siglo XXI, cuya finalidad es promover la creación y la producción de ese género artístico.
La pieza, basada en la película El premio, de la cineasta Paula Markovitch, la cual recrea la dictadura militar argentina y el secreto que guarda una niña para no poner en riesgo a su familia, se presentó en la edición 43 del FIC ayer y tendrá otra función hoy a las 18 horas en el teatro Cervantes. en Guanajuato.
