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Disquero
Mil pensamientos
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Imagen incluida en el librillo del disco, donde se observa a varias paseantes detenidas en un campo de rosas, en BulgariaFoto Wilhem Tobien/National Geographic Stock: Vintage Collection-The
Granger Collection
Periódico La Jornada
Sábado 10 de octubre de 2015, p. a16

Kronos Quartet nos obsequia una nueva obra maestra: A thousand thoughts, un disco hermoso desde su título hasta el final heroico, atravesando mares de maravillas.

El Disquero ha seguido paso a paso la trayectoria de este cuarteto de cuerdas que revolucionó el mundo de la música, desde modificar la perspectiva, concepto e idea de lo que significa y es un grupo así, antes de ellos un emblema de lo rancio/exquisito/ampuloso de la música clásica, hacia un detonador, una herramienta eficaz para mostrar la actualidad del mundo por igual que la nobleza de sonido de un cuarteto de cuerdas tradicional.

Kronos Quartet por igual es capaz de interpretar los cuartetos de Beethoven que los de Haydn y Shostakovich, por nombrar lo más representativo y exquisito del género. Pero también hacen blues, rock, heavy metal y, lo más significativo, se convirtieron en los modernos expedicionarios que descubren nuevos territorios en en los confines ignotos y retornan, prometeicos, para mostrarnos el fuego nuevo.

En marzo de 2014 cumplieron 40 años y celebraron a lo grande: un concierto magno en Los Ángeles, con la participación de Laurie Anderson (fue su reaparición luego del fallecimiento de su esposo, Lou Reed), la maestra china Wuman, intérprete increíble de la pipa, ese instrumento de cuerdas milenario, y Neils Cline.

La celebración incluyó la edición de una fabulosa caja con cinco discos, los más queridos por ellos: Pieces of Africa (1992), Night Prayers (1994), Caravan (2000), Nuevo (2002) y Floodplain (2009) y los consabidos inéditos. Todo remasterizado, por supuesto.

Se trata de discos dedicados a composiciones tradicionales o comisionadas a músicos de África, Asia Central, Europa del Este, México, Medio Oriente y California.

También celebratorio de sus primeros 40 años de vida es el disco que ahora nos ocupa: A thousand thoughts, que reúne música de 14 países, incluidos China, India, Suecia y Vietnam, y conjunta, al tratarse también de un disco compilatorio, a los cuatro chelistas que han desfilado por el grupo, que se mantiene con los mismos integrantes, salvo los mencionados: Joan Jeanrenaud (que estuvo en el grupo entre 1978 y 1999), Jennifer Culp (1999-2005), Jeffrey Zeigler (2005-2013) y Sunny Yang (de 2013 a la fecha).

De las 13 obras contenidas en este disco, 10 son estrenos.

Venzo a la tentación de iniciar la reseña por el corte 13, que me mantiene hipnotizado durante semanas, y me portaré bien e iniciaré como marcan los cánones: el track 1) da nombre al disco, proviene de Suecia, pero de eras muy antiguas, tanto que esta hermosa canción tradicional tiene rastros antiguos también en Dinamarca.

Es una bella melopea que habla de una hermosa damisela que contrajo amor imposible y entonces mil pensamientos la oprimen/ por causa de un amor que no será para ella: “A thousand thoughts opress me/ For love of one who can’t be mine”.

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El siguiente track, el segundo, es un ejemplo craso de la magia del Kronos Quartet: un blues rural muy antiguo: Dark was the night, cold was the ground, que grabó en 1927 Blind Willie Johnson, uno de esos viejos blueseros ciegos con capacidad vital para dar luz a nuestras miradas: Oscura era la noche, como frío el piso, y uno piensa inmediatamente en que esa frase describe la situación de los hombres del blues, en la esencia del blues: la batalla por la vida a contracorriente.

Blind Willie Johnson está armado solamente por su guitarrita de palo y su garganta, y con una navaja un tanto oxidada hace el efecto de slide-guitar y así establece el canto-contracanto, el viejo ritual de llamado-respuesta entre su guitarra y su murmullo ronco. Aquí pongo el link, si quieren escucharlo:https://goo.gl/ioqejk

La grabación que ahora nos entrega el Kronos Quartet es francamente increíble: vemos, escuchamos, no sentamos junto al ciego Johnson y en lugar de la guitarrita de palo y la garganta del viejo rural, los instrumentos del cuarteto de cuerdas occidental se metamorfosean: David Harrington, fundador y violinista del Kronos, cambió las cuerdas a su violín por unas de guitarra y hace el efecto slide con una botella de vidrio; Zeigler utiliza un lápiz en lugar de arco en su violonchelo y Sherba hace cantar su viola de manera idéntica a como cantó el ciego del Delta de Mississippi. Genial, increíble.

Apenas vamos en el track 2 y nos faltan 11. Antes de que se me acabe el espacio, no resisto más y les contaré por qué me mantiene embelesado el track 13: porque es la música más bella que he escuchado en meses; porque es como una canción de cuna; porque es la danza kathakali puesta en sonidos; porque tiene magia; porque tiene sonidos que también son increíbles: un sitar electrónico (!!) y la pipa de Wu Man y la voz de una semidiosa de India, la cantante Asha Bhosle: Mera Kuchh Saaman (pronunciación aproximada: mira kuchi saman: algunas de mis cosas). Escúchela usted (aunque no está en Youtube aún la versión con el Kronos, solamente con Asha Bhosle) y es muy probable que le suceda algo similar a lo que me ocurrió: entré en un trance del que no he querido salir: https://goo.gl/CS7h4X

Música y magia se hacen una sola en esta bella pieza y todas las del disco poseen un encanto irresistible. Por alguna razón este disco llega a México con un año de retraso pero no importa. Ah, y por si no lo encuentran en los estantes de novedades discográficas, lo pueden encargar en la tienda en cuestión, o bien acudir a AppleMusic, iTunes y otros sitios, como Spotify.

Mil pensamientos positivos acuden a mi mente al escuchar este disco tan hermoso.

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Texto: Pablo Espinosa