Sociedad y Justicia
Ver día anteriorSábado 10 de octubre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La institución debe seguir a la vanguardia de la sociedad, considera

Alejandro Díaz de León, por aumentar planteles y matrícula en la UNAM

Profesor de asignatura, se define como el más sencillo de los candidatos que buscan la rectoría

 
Periódico La Jornada
Sábado 10 de octubre de 2015, p. 30

En Ciudad Universitaria lo llaman el candidato 16 y, a diferencia del resto de los interesados en ocupar la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Díaz de León, de 46 años, no es directivo ni investigador de renombre internacional. Es profesor de asignatura en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, y él mismo se define como el más sencillo de los aspirantes.

Estudió derecho en Acatlán, donde lleva 18 años impartiendo clases. Tiene una maestría en políticas en seguridad pública por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y fue funcionario en la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, que encabezó Alfredo Castillo Cervantes.

–¿Por qué quiere ser rector?

–Porque la universidad reclama una transformación y apertura, es algo que he venido escuchando en estos días y desde hace tiempo. Sé que me inscribo como profesor de asignatura y que eso es tomado casi como un sacrilegio, en un contexto en el que los candidatos son investigadores y directores.

–¿Cuáles considera que son los retos que enfrenta la UNAM?

–En el ámbito académico necesitamos modificar planes y programas de estudios sin perder de vista los aspectos humanísticos y sociales. Es importante que la universidad dé a los alumnos una visión humanista de lo que pasa en México y el mundo, para que cuando salgan a ejercer sepan lo que van a hacer. Debemos incrementar la matrícula del bachillerato y de toda la universidad, y dar apertura a los sistemas abiertos.

–¿Piensa que su currículo es compatible con la autonomía universitaria?

–Yo creo que una administración no la hace un currículo o una persona, sino un equipo de trabajo. En la UNAM hay profesores, investigadores y alumnos muy destacados que seguramente me ayudarán a gobernar de la mejor manera.

–Uno de los trabajos del rector es ir al Congreso a negociar el presupuesto para la universidad. ¿Considera que usted cuenta con la experiencia y el perfil necesarios para realizar esta labor?

Foto
Alejandro Díaz de León, de 46 años, aspirante a la rectoría de la UNAMFoto Jesús Villaseca

–Por supuesto. Tenemos varios amigos diputados en las diferentes fracciones del Congreso de la Unión y hay muchos egresados de la UNAM ahí, que siempre participan para ayudar a la universidad. Si la Junta de Gobierno tiene a bien permitirme ser rector, iremos permanentemente a San Lázaro.

–¿Qué propone para enfrentar las limitaciones de presupuesto que se pueden presentar?

–Hay que ser eficientes. Vamos a pugnar por el recorte de aquellos gastos innecesarios y por el apoyo de los ex alumnos para mejorar las condiciones de la universidad.

–¿Cómo piensa que debe ser el crecimiento futuro de esta casa de estudios?

–Se deben abrir más planteles; tenemos que platicar con los gobiernos de los estados para que respalden este plan y buscar mecanismos de apoyo para financiar esas escuelas. En ellos hay que instalar institutos de investigación que respondan a las necesidades de cada región.

–¿Cuál considera que debe ser el papel de la universidad en el México de hoy?

–La UNAM es un reducto del crecimiento social, académico y cultural de todos los mexicanos. Necesitamos seguir a la vanguardia de la sociedad. La universidad reclama más diálogo, apertura y foros de análisis que permitan a los gobernantes de México tomar determinaciones que fijen el rumbo del país hacia una mejora de la economía.

–¿Se siente en igualdad de condiciones que los otros participantes que desean ocupar la rectoría de la máxima casa de estudios?

–Algún alumno me decía, profesor, usted tiene hoy la oportunidad de registrarse porque reúne los requisitos y puede hacer algo por México y la UNAM. Fue un llamado de atención importante porque en el aula les digo a los alumnos que deben interesarse en la realidad del país y debo predicar con el ejemplo. Sé que soy seguramente el más sencillo de los candidatos, pero también el que más corazón tiene por la universidad.