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La lealtad y la discreción, dos de los máximos valores del dueto

Nuestro estilo no es llorón, sino nostálgico, triste: Los Macorinos
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Las técnicas para tocar la guitarra han avanzado mucho, porque ahora hay más tecnología y menos vibrato, dicen. En la imagen flanquean a Chavela Vargas, a quien acompañaban en sus presentacionesFoto tomada de su sitio de Internet
 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de octubre de 2015, p. a10

La lealtad y la discreción son para Miguel Peña y Juan Carlos Allende, mejor conocidos como Los Macorinos, dos valores que deben seguirse al pie de la letra cuando se acompaña durante muchos años y gira tras gira a artistas como Chavela Vargas, antes, y a Tania Libertad, ahora. Todo se queda en el camerino, afirmó en entrevista Miguel Peña Tovar.

Su manera de tocar la guitarra puede considerarse una continuación del estilo de Antonio Bribiesca, quien a su vez dio carácter a las canciones de Cuco Sánchez. No es un estilo llorón, sino nostálgico, precisó.

Se formaron en 2004. Nos llamó Chavela Vargas y ya, estuvimos con ella los últimos años de su vida. Antes de eso, y todavía, nos presentábamos individualmente. Mi compañero, Juan Carlos Allende, participa en grabaciones para varios artistas y da clases, lo mismo que yo.

La charla tuvo lugar al final de un concierto de Tania Libertad, a quien acompañan en su actual gira, luego de grabar con ella su nuevo disco.

Han tañido sus liras para artistas como Lila Downs, Eugenia León, Guadalupe Pineda, Pepe Aguilar, Jorge Muñiz... Nuestro trabajo el público lo ha valorado y nosotros se lo agradecemos.

–Esta manera de tocar tan llorona, como la llama Tania Libertad, ¿de dónde viene?

–¡No es un estilo llorón! ¡Es nostálgico, es triste! No llega al punto de que broten las lágrimas, pero sí tiene una nostalgia, porque es una raíz de nuestra música mexicana. Si no se vibra, si no se siente, no es música mexicana.

Hay una escuela, por así llamarlo, que creó Antonio Bribiesca, que fue quien le dio ese toque campirano. A la fecha no hay un guitarrista que tenga ese toque, ese sentimiento, pero se le asemeja un poco lo que hacemos. Bribiesca era muy técnico y muy exagerado en su vibrato. Ese fue su estilo y nosotros, que nos gusta la música mexicana, tratamos de seguirlo, de copiarlo. La técnica de tocar ha avanzado mucho y no se puede comparar lo de antes y lo de hoy, porque actualmente hay demasiada tecnología y menos vibrato. Ahora pueden ecualizar, pero antes no, porque como sonaba la guitarra así se oía en el disco. Yo no creo que se pueda superar lo que hizo Bribiesca en el disco. De él se ha partido para mejorar.

Añadió que Chavela era muy exigente con ellos. Afortunadamente mi compañero y yo somos músicos profesionales y desde que nos contrató ya nunca nos soltó. Esto no depende sólo de la forma de tocar, sino de entender a la gente. Su interpretación... a nosotros como músicos se nos hacía raro, pero después entendimos que era una mujer que tenía un estilo único y en España, donde estuvimos unas seis veces, fue un ícono. Sólo la muerte nos separó.

–¿Secretos sobre Chavela?

–Sabemos algunos, pero por ética nunca los comentamos. Por eso duramos con ella, porque nunca le preguntamos algo que a ella la molestara. Es por lealtad. Esa es la palabra. Respetamos su vida privada y ella respetó la nuestra.

Hoy, en el caso de Tania Libertad, ella también es ya un ícono de la música latina en muchos conceptos: música peruana, ranchera, con sinfónica, a capella. Es una gran artista.

–¿Ustedes se dan cuenta cuando alguien canta o no?

–Inmediatamente. Al momento en que sueltan la voz uno sabe, y ellos también saben si uno tiene la capacidad.

Esto es lo único que sé hacer. Nunca aprendí a trabajar, concluye Peña.

El maestro es del estado de Jalisco y su compañero es de Argentina, radicado en México desde hace más de 30 años.