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De nuestras Jornadas

Gigantesco reto a los jóvenes: cambiar la economía desde la ecología política

E

l proyecto civilizatorio actual está llevando al planeta a su destrucción. De acuerdo con diversos cálculos, si no se hace algo radical antes de 2050, las consecuencias en cadena serán devastadoras: cambio del clima con inundaciones, sequías, baja producción de alimentos y un etcétera que cubre como una sombra a la humanidad. Somos una especie muy joven sobre la Tierra, con menos de dos millones de años de antigüedad y organizada en estados apenas de la revolución neolítica a la fecha. Más aún: la fase problemática es de la era industrial a nuestros días, lo que no da más de dos siglos. ¿Cómo es posible que en tan pocos años se destruya todo un planeta de 4 mil 500 millones de años de existencia? Pues se debe no al hombre en general, sino a un proyecto civilizatorio en particular: la modernidad capitalista. El consumo energético que exige el continuo crecimiento económico necesariamente calienta la atmósfera. Y la única manera de contener esta tendencia es cambiando radicalmente el modelo civilizatorio.

¿Se puede pensar en un modelo de consumo que no provoque desequilibrios económicos, o nos dirigimos a la extinción por efecto de la propia acción humana? La vía de salvación es una medida que se antoja imposible: cambiar de modelo civilizatorio.

La mayoría de la población mundial es joven. Y son justamente estas generaciones las que tendrán de frente lo grueso de la crisis climática; así como la responsabilidad de resolver este grave problema con medidas de gran escala y magnitud que sólo estados poderosos y coordinados pueden ejecutar. La organización política de los jóvenes con sentido ético elevado y mirada más allá de su inmediatez será esencial, además de una capacidad de organización desde la sociedad y de asalto al Estado. Parece un reto propio de un cambio de época y de sistema económico: no-moderno y no-capitalista. En las manos de los jóvenes está la salvación o la ruina de la creación.