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Mantiene ventaja de más de 10 puntos sobre el derechista Mauricio Macri

Daniel Scioli, candidato oficialista a la presidencia argentina, favorito con 38.4 por ciento en intención de voto: sondeos
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 16 de octubre de 2015, p. 31

Buenos Aires, 15 de octubre.

A sólo diez días de las elecciones presidenciales en Argentina del 25 de octubre, el candidato del oficialista Frente para la Victoria (FpV), Daniel Scioli aventaja con 38.4 por ciento de intenciones de voto y mantiene una diferencia de más de diez puntos sobre Mauricio Macri, de la derechista Propuesta Republicana (PRO), que lidera la alianza Cambiemos con 28.8 puntos porcentuales y disputando el segundo lugar con Sergio Massa, del Frente Renovador, que tiene 23 por ciento de preferencias, también una coalición con una mayoría de peronistas no kirchneristas.

En la últimas mediciones, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene más de 50 por ciento de aprobación, después de 12 años de gobierno del FpV, en los que el fallecido ex presidente Néstor Kirchner gobernó de 2003 a 2007 y su esposa desde 2007 hasta ahora. Durante esos 12 años se produjeron cambios profundos en el país que a fines de 2001 sufrió la crisis económica más grande de su historia.

Prácticamente el país se derrumbó entonces. Las imágenes de aquellos momentos donde miles ocupaban las calles, clases medias y desocupados, unos golpeando las rejas de los bancos, las cacerolas, desesperados con sus ahorros y hasta sus salarios en un corralito que se impuso entonces y otros en el fondo del abismo de la desocupación, que en algunas provincias llegaba hasta 60 por ciento,.

De esas escenas a las que en estos días se produjeron en algunas redes televisivas mostrando los dos primeros satélites Arzat (1 y 2) construidos en Argentina bajo el gobierno de Fernández de Kirchner, o la prueba del primer avión Pampa de combate, construido en una antigua fábrica de aviones de Córdoba, que fue recuperada de manos de la estadunidense Lockheed Martín, a quien la entregó concesionada el ex presidente Carlos Menem (1989-1999), durante el llamado huracán neoliberal, mucho y muy importante ha sucedido.

Es otro país, en 12 años otro país, dicen dirigentes juveniles del FvP y nadie puede negar que así es.

En los últimos días Mauricio Macri, quien varias veces cambió su discurso -dice que va a mantener lo que se haya hecho bien- incluso la asignación Universal por Hijo, por ejemplo, medida que atacó y criticó duramente, y otros grandes avances en lo social que en realidad no son parte de su propuesta política.

En los últimos días Scioli, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, la más importante y poblada del país, viajó a Uruguay y Brasil, para encontrarse con los presidentes de ambos países, Tabaré Vázquez y Dilma Rousseff, evidenciando la decisión de una continuidad en la política latinoamericana del gobierno argentino. Exactamente lo contrario de lo que proponen Macri y Massa.

Un detalle muy importante, éstos se declaran admiradores del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, lo que para muchos analistas ya es una definición del rumbo político de estos candidatos.

De hecho, el gobierno de Fernández de Kirchner superó hasta ahora los más duros intentos de desacreditar lo actuado en estos años, y de golpear a todos y cada uno de sus candidatos en una campaña sucia de la oposición que no parece resultar, especialmente porque la mayoría de las acusaciones, de todo tipo, nunca pudieron probarse y se mantuvieron dentro del enorme aparato mediático opositor.

La campaña de Scioli no fue afectada -como se pensaba- porque no concurrió a un debate entre candidatos, organizado por una ONG local, que en realidad fue muy pobre y no resultó útil para ninguno de los participantes.

La oposición, sin propuestas

Los analistas más serios advierten que el mayor problema de la oposición política es que no ha presentado propuestas ni debate las temáticas más importantes para la población.

Han persistido más en un ataque contra el gobierno, que no ha funcionado en la medida que esperaban y el escaso tiempo que resta no permite una salida de último momento, en ese aspecto.

En el caso de Massa, éste ha propuesto una guerra contra el narcotráfico haciendo intervenir a las fuerzas armadas para atacar las fronteras e ingresar a las villas miserias (población perdidas) porque los “narcos usan a los pobres”.

Puso como ejemplo a México, precisamente en momentos en que la política antinarcotráfico de ese país, que ha producido una verdadera catástrofe humanitaria, obliga a rever todo lo actuado. La Constitución argentina prohíbe la participación militar en el conflicto interno. Pero además en un país, donde las fuerzas armadas realizaron una serie de golpes de Estado, instalando en 1976 la dictadura más cruenta en la historia del país, resulta alarmante una propuesta que recuerda la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos, que los militares argentinos cumplieron trágicamente para el país convirtiendo a cada habitante en un posible enemigo interno. Por eso la protesta de todos los organismos de derechos humanos y diversas instituciones, para los que el narcotráfico, no se combate militarmente.

En los últimas semanas Macri, de quien no publican nada desfavorable los medios masivos de comunicación, en manos de la oposición, ha sufrido varios reveses, debiendo retirar como candidato a primer diputado al periodista deportivo Fernando Miembro, por recibir millonarias sumas de dinero para empresas falsas de la administración macrista.

También Macri actual jefe de gobierno de esta capital, está procesado por espionaje y escuchas ilegales y otro caso judicial son las denuncias de medios televisivos y más de 30 radios del interior del país, quienes figuran como recibiendo pago por pautas publicitarias, que nunca existieron, de parte del gobierno porteño.

Es un gran escándalo que ha tenido fuerte repercusión, incluso esto permitió crecer a Massa en desmedro del frente Cambiemos.

La estrategia última del candidato Macri es llamar a los votantes de Massa, a acompañarlo e integrarse a Cambiemos, para un voto útil. Pero hay fuertes diferencias entre unos y otros. Estos ocho días hasta que empiece la veda el próximo 23 de octubre días serán decisivos para la campaña electoral, aunque ya es evidente que Scioli gana y que tiene posibilidades importantes de hacerlo en primera vuelta.

Según la ley, para ganar en primera vuelta Scioli necesita obtener 45 por ciento de los votos o más de 40 por ciento y una diferencia de diez puntos sobre el segundo más votado.