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Astillero

Mirar morir: el Ejército en Iguala

Laura Bozzo y los 43

Monreal: GDF-2018

Libro sobre la Casa Blanca

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BLOQUEAN CARRETERA EN CHIAPAS EN RECHAZO A LA REFORMA EDUCATIVA. Integrantes de las secciones 7 y 40 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se enfrentaron ayer por la mañana con policías cuando trataron de impedir que se aplicara la evaluación docente en las instalaciones de la Escuela de Protección Civil ubicadas en el municipio chiapaneco de OcozocoautlaFoto La Jornada
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ste martes por la noche (a las 20 horas), en el contexto del Festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México, se presentará en las islas de Ciudad Universitaria de la UNAM el documental denominado Mirar morir (el tráiler: https://goo.gl/9yjGx9), elaborado por el colectivo de comunicadores Ojos de Perro (reunido justamente a partir de los hechos de Iguala y de las maniobras gubernamentales para crear mentiras históricas http://goo.gl/PdJCYj) en colaboración con cuadernosdobleraya.com. Luego de la presentación gratuita y al aire libre de esa obra, se pondrá disponible en Internet para que pueda ser vista y analizada por quienes así lo deseen.

Atención especial merecen los señalamientos precisos (no a partir de las versiones, las declaraciones, los boletines y los discursos oficiales) respecto del papel del Ejército, específicamente de los miembros del 27 batallón de infantería con sede en Iguala, Guerrero, en los hechos que significaron la desaparición de 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa. Pero no es solamente Iguala, pues el envío de las tropas a las calles mexicanas para enfrentar problemas de seguridad pública (en concreto, al incontrolable crimen organizado), e incluso conflictos de índole política y social, ha generado una acelerada y generalizada espiral de violaciones a los derechos humanos que los nacionales conocen plenamente y ahora cada vez más es atendida y denunciada por instancias internacionales.

Lo dice todo el título del documental de una hora de duración (dirigido por Coizta Grecko y producido por Témoris Grecko, un periodista independiente y viajero que ha hecho reportajes en 91 países y territorios): Mirar morir. Tal fue la postura de los más altos niveles del gobierno mexicano, de manera subrayada en sus fuerzas armadas: vieron en Iguala una tragedia mayúscula y, a pesar de estar adecuadamente informados de lo que sucedía (a pesar de las enjundiosas declaraciones en contra de Jesús Murillo Karam, el general Salvador Cienfuegos y Enrique Peña Nieto), se desentendieron de manera cómplice, y hasta la fecha se niegan a permitir que se conozcan los testimonios directos de algunos de los soldados (son 16) que fueron testigos y partícipes de ese mirar morir en Iguala.

Mirar morir es un documental bien documentado (valga la aparente redundancia), con testimonios directos y sin apego al poder o a sus verdades históricas (contrastante con el oficialista docudrama La noche de Iguala, un procudrama, según lo ha reclasificado el monero Hernández). Por cierto, Laura Bozzo también se sumará a la faena mediática distorsionadora, pues ha anunciado que en fecha sin definir abordará el tema de los 43: Estoy haciendo unas investigaciones periodísticas que van a sacudir a México, ha advertido.

Ricardo Monreal ha tomado la delantera mediática en la temprana lucha por la candidatura del partido Morena a la jefatura de gobierno del Distrito Federal en 2018. Con una serie de acciones que pretenden construirle una identidad política no convencional (parecidas algunas suertes a las que desde 2000 practicó Andrés Manuel López Obrador), el ex gobernador de Zacatecas pareciera decidido a impedir que el tiempo y las circunstancias diluyan la promesa que aseguran le hizo un tabasqueño para que aceptara ser candidato en una delegación política y hasta físicamente tan peligrosa como es la Cuauhtémoc: ser el abanderado del naciente partido a la sucesión de Miguel Ángel Mancera.

Tal vez dicha oferta de candidatura predefinida no habría necesitado de refuerzos espectaculares como los que hoy está realizando Monreal si éste aceptara plenamente una línea partidista que busca acentuar la confrontación con el citado Mancera. Pero Monreal considera que para entregar buenas cuentas en la delegación que le toca dirigir, y así quedar en buenas condiciones para buscar la jefatura de gobierno en 2018, debe negociar con la administración de Mancera. Poco podría avanzar el zacatecano, ante los terribles problemas que enfrenta en la Cuauhtémoc, si choca frontalmente con el virtual gobernador capitalino y precandidato presidencial sin partido.

Ese cálculo de supervivencia delegacional, sin embargo, no embona con la visión de su partido, que considera necesaria la pelea directa y sin tregua con Mancera (tales instructivos aislacionistas, absolutamente indispuestos a cualquier negociación, permitieron que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal haya un partido que tiene la mayor minoría de votos, Morena, pero haya quedado fuera de los ámbitos directivos más importantes: casi una forma de anular la eficacia del voto). En ese contexto, crecería en el ánimo central decisorio de Morena la postura de Claudia Sheinbaum, la delegada en Tlalpan, considerada como la otra carta morena para la jefatura de gobierno de 2018. Sin la plataforma adecuada, pero muy presente en el mencionado ánimo rector, está Clara Brugada, a quien le fue arrebatada la estratégica delegación Iztapalapa, abundante proveedora de recursos y votos. Martí Batres, quien está por dejar la presidencia formal del partido varias veces mencionado, ocupante años atrás de la Secretaría de Desarrollo Social, también aspira a la candidatura del máximo poder chilango en 2018. Pero, por lo pronto, incluso con episodios tan singulares como la aparición de un millón y medio de pesos dejado por un desconocido en manos de una secretaria particular, Monreal lleva, por lo pronto, la delantera.

Y, mientras sale a la venta La Casa Blanca de Peña Nieto, el libro editado por Grijalbo en el que cuatro reporteros (Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastián Barragán), que fueron miembros en MVS del equipo de investigación de Carmen Aristegui (quien escribe el prólogo del libro), narran el proceso periodístico que desembocó en el reportaje tan premiado por sus colegas a nivel nacional e internacional como perseguido por el poder mexicano en sus vertientes gubernamental y empresarial (persecución que dejó fuera de las frecuencias radiofónicas a ese equipo de trabajo), ¡hasta mañana!

Twitter: @julioastillero

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