Sociedad y Justicia
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Sus negocios prosperaron, pero no cumplieron promesas de bonanza

En deuda con el sector campesino, cuatro secretarios de Agricultura
 
Periódico La Jornada
Lunes 19 de octubre de 2015, p. 43

Para los secretarios de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de los últimos tres gobiernos, tres de ellos agroempresarios y dos sólo con formación política, la clave del éxito para el campesino radica en la eficiencia y productividad.

Javier Usabiaga Arroyo y Francisco Mayorga Castañeda, titulares de Sagarpa en los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón, no renunciaron a los beneficios de los programas de transferencia de recursos creados compensar a los productores por los subsidios que reciben los competidores extranjeros en sustitución del esquema de precios de garantía de granos y oleaginosas, dinero supuestamente destinado a los campesinos de escasos recursos.

Los negocios del ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, y hasta el pasado 27 de agosto titular de Sagarpa, no se limitan al sector rural. Es conocido en su tierra natal por tener un rancho ganadero. Desde pequeño me enseñaron a trabajar en el campo, a coger el azadón y a amarrar un becerro, refirió en varios foros. Martínez y Martínez fracasó en la encomienda de lograr la reforma profunda del campo.

A Usabiaga Arroyo, el mejor secretario de Agricultura, como lo definió en su momento el entonces presidente Vicente Fox, y conocido en el mundo de los agronegocios como el Rey del ajo por controlar casi todas las exportaciones de la planta, además de vender hortalizas y cebolla, organizaciones rurales y ambientalistas lo acusaron de actuar como agente de ventas de las trasnacionales y de las empresas agro biotecnológicas.

El también mejor amigo del ex Presidente no dejó de estar envuelto en escándalos durante su estancia en la Sagarpa. Se le acusó de emplear a adolescentes de 15 años en su rancho, de presionar a los agricultores de Guanajuato para ceder en renta sus mejores tierras y estuvo en permanente confrontación con las agrupaciones campesinas, incluyendo a los cañeros.

Presionado por las agrupaciones a las que pretendió desconocer, firmó el Acuerdo Nacional para el Campo, cuyos apartados –según señalamientos de las organizaciones– nunca cumplió; fungió como operador de la estatización de 27 ingenios azucareros, bancarizó el Procampo, logró que le quitaran a la Secretaría de Medio Ambiente la actividad pesquera.

El agroempresario exitoso no cumplió con la promesa de blindar al campo para abatir la pobreza y llevar el progreso a los más marginados. Agricultores e investigadores resumieron: dejó al campo en una situación catastrófica, pero sus negocios no tuvieron quebrantos.

Francisco Mayorga, sucesor de Usabiaga, así como de Alberto Cárdenas Jiménez –de quien fue secretario de Desarrollo Rural durante su gobierno en Jalisco–, tampoco registró quebrantos en sus empresas Industrias Melder y Semillas Caloro. Se necesitan organizaciones de productores más profesionales y buenas políticas, sostuvo y por ello fortaleció Aserca –mecanismo creado para apoyar la comercialización de los granos y oleaginosas–, y aprobó los permisos de siembra experimental de maíz genéticamente modificado.

A Cárdenas Jiménez lo acusaron de intransigente

Alberto Cárdenas Jiménez decidió no tramitar los beneficios del Procampo mientras estuviera al frente de Sagarpa, de diciembre de 2006 a septiembre de 2009. Inconformes con su desempeño, sus correligionarios del PAN en la Cámara de Diputados se sumaron a la exigencia de su renuncia, clamada también por las agrupaciones campesinas, quienes lo acusaron de intransigente, autoritario y de falta de capacidad de diálogo.

El actual titular de la institución y ex gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa, asegura que su prioridad es impulsar la agricultura familiar, respaldar a los pequeños y medianos productores.