Sociedad y Justicia
Ver día anteriorJueves 22 de octubre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Abordan especialistas en coloquio internacional temas de género

Exige el neoliberalismo a líderes mujeres ser rudas, agresivas, fuertes y sin apegos
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de octubre de 2015, p. 41

Las mujeres que asumen un liderazgo deben ser rudas, agresivas, fuertes y sin apegos. Al menos así lo concibe el neoliberalismo, las características que se admiran en lo masculino son las que se valoran en un líder, señaló ayer Louise Morley, profesora de la Universidad de Sussex, en Inglaterra.

Quizá por ello algunas prefieren no ocupar puestos de poder, pues por un lado somos vistas como alguien no confiable porque se tiene una idea de que somos emocionales e impulsivas, y por otro, quienes se dedican a sus carreras son percibidas como fracasadas en el ámbito familiar, explicó la catedrática en el 22 Coloquio Internacional de Estudios de Género.

La sociedad, dijo, funciona a veces como una policía de género, vigilando que las actitudes correspondan a cada cual. Eso genera una cultura hostil, induce presión y estrés, que es la primera causa de ausentismo escolar y laboral, apuntó la feminista.

El tercer sexo

Entre más educadas están las mujeres y mientras más avanzan en su profesión, son vistas como las dejadas, las solteronas, terminan siendo un tercer sexo, afirmó en el coloquio organizado por el Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) –que dirige Ana Buquet– de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Existe una enorme desigualdad de liderazgo entre hombres y mujeres, subrayó. Por ejemplo, la mayoría de las revistas donde se difunden las investigaciones son dirigidas por varones. En Japón sólo hay dos vicerrectoras en todo el país. La sociedad del conocimiento termina siendo formulada por unos cuantos, con muy poca participación femenina, insistió.

Louise Morley, quien dirige el Centro para la Educación Superior y la Investigación de la Equidad, en el Reino Unido, sostuvo que cada vez más se ve al liderazgo como algo neoliberal, que debe dejar dinero, su cotización en el mercado es su valor.

Entonces, no se trata de derechos humanos, si es que no se quiere ver así y se prefiere el sentido práctico, manifestó. Educar a una mujer y promover su desarrollo trae beneficios económicos, no porque sean superiores, sino porque pertenecen a un grupo que tiene talentos para ser aprovechados.