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Desde 2014 ONG ha solicitado declarar alerta de género; el gobernador retomó petición

Michoacán: 769 mujeres asesinadas desde 2006; incidencia en aumento
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 26 de octubre de 2015, p. 31

Morelia, Mich.

De 2006 a la fecha han sido asesinadas en Michoacán 769 mujeres, 50 en lo que va de 2015. La cifra incluye tanto homicidios relacionados con la delincuencia organizada como los cometidos por familiares, crímenes pasionales o por venganza. No se ha determinado cuántos fueron feminicidios.

El pasado primero de octubre, cuando Silvano Aureoles Conejo tomó posesión como gobernador, expresó su indignación porque en la década reciente casi 800 mujeres han sido asesinadas. Solicitó al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declarar alerta de género en la entidad.

En diciembre de 2014, la organización civil Humana sin Violencia solicitó a la Secretaría de Gobernación declarar alerta de género en Michoacán, Baja California, Colima, Guanajuato, Sonora, el estado de México y Morelos. El gobierno federal sólo la aplicó en los últimos dos casos.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre 2007 y 2012 se cometieron en Chihuahua 796 homicidios de mujeres; en el estado de México, 686; en Quintana Roo, 445, Guerrero, 346, Veracruz, 292, Sinaloa, 278, y Michoacán, 326.

En los nueve años recientes, según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán, se han cometido en promedio 86 homicidios al año, pero en los últimos dos años suman más de 200 anuales.

Cristina Portillo, ex diputada y dirigente de movimientos feministas, afirmó que se ha intentado ocultar el problema en Michoacán para que la gente no se escandalice. Dijo que el estado y los ayuntamientos deben enfrentar de manera permanente la violencia contra mujeres y niños.

Recordó que para que el asesinato de una mujer sea considerado feminicidio debe tener ciertas características, como que se inflijan a la víctima lesiones infamantes y degradantes, así como mutilaciones previas o posteriores al asesinato.

Las amenazas, el acoso, la violencia y las lesiones anteriores al homicidio también influyen para que se tipifique el feminicidio, al igual que la exposición, incineración o destrucción de los restos.

Lo más importante es que haya políticas públicas para frenar el número de homicidios, que se han incrementado: en 2013 se registraron 115, y en 2014 sumaron 124, acotó Portillo.

Impunidad de 70%

El 3 de diciembre de 2014 se localizaron en la periferia de Uruapan los restos de la enfermera Kassandra Bravo Carro, quien tenía el rostro destrozado y huellas de abuso sexual. Días después la procuraduría estatal informó que Daniel Mendieta Sáenz, padrastro de Kassandra, la asfixió el 3 de diciembre luego de una discusión; abandonó su cuerpo en un paraje cercano a la carretera Uruapan-Los Reyes y fauna silvestre destrozó parte del cuerpo.

Mendieta Sáenz confesó que golpeó y ahorcó a la joven y se llevó el cuerpo en un taxi propiedad de su esposa. El cadáver fue localizado tres días después. Dos ex novios de la muchacha dijeron que ella les aseguró que su padrastro abusó de ella cuando tenía 15 años.

El 17 de noviembre de 2012 María Santos Gorrostieta Salazar, ex alcaldesa de Tiquicheo, fue encontrada muerta en un paraje del municipio de Cuitzeo,

La ex funcionaria había sobrevivido a dos atentados, el primero el 15 de octubre de 2009, cuando viajaba rumbo a un rancho de su propiedad a bordo de una camioneta junto con su esposo, José Sánchez, quien murió en el ataque. Ella resultó lesionada con perdigones de escopeta calibre 12 en el abdomen y la mano derecha.

La segunda emboscada ocurrió el 22 de enero de 2010 en Ciudad Altamirano, Guerrero, cuando Gorrostieta Salazar viajaba en un vehículo oficial y fue interceptada por personas armadas que le dispararon desde otra unidad en movimiento.

Según datos oficiales, sólo 30 por ciento de los homicidios de mujeres han sido aclarados. En México, en promedio, 95 por ciento de estos homicidios quedan sin castigo.