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Número 232
Jueves 5 de Noviembre del 2015




Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus


pruebate



Envejecer con VIH

La expectativa de vida de las personas con VIH ha aumentado mucho debido a la eficacia del tratamiento antirretroviral. En poco más de una década habrá más personas longevas viviendo con el virus. ¿Qué retos plantea esto para los sistemas de salud?


Roger Pebody*

En quince años, las necesidades de la población con VIH habrán cambiado sustancialmente debido a que muchos de ellos tendrán más de cincuenta años de edad. Estas predicciones forman parte del más detallado análisis realizado hasta ahora sobre las tendencias a futuro en la atención del VIH de una población que se hace vieja.

El equipo de investigadores del Imperial College London publicó su investigación en la revista The Lancet. Para ella, se basó en datos de la población holandesa y halló que 84 por ciento de la población de estudio tendrá al menos una condición como enfermedad cardiovascular o cáncer, más importante que su infección por VIH; 28 por ciento tendrá tres o más condiciones médicas adicionales, y 53 por ciento tendrá problemas de interacciones medicamentosas o contraindicaciones. Estos hallazgos pueden ser relevantes para otros países occidentales con epidemias maduras concentradas en hombres gays, dicen los autores.

Debido a la efectividad del tratamiento antirretroviral, las expectativas de vida de las personas con VIH son cada vez más altas. Investigaciones previas han estimado que la creciente proporción de pacientes de cincuenta o sesenta años de edad ha mostrado que los adultos mayores tienden a tener mejor adherencia y son más proclives a mantener cargas virales indetectables que los jóvenes.

Sin embargo, los investigadores no calcularon cómo el incremento de edad de los pacientes impactará la prevalencia de condiciones médicas comúnmente asociadas con la edad avanzada. El manejo de estas comorbilidades podría complicar la atención clínica del VIH.

El estudio ATHENA recolectó información detallada sobre todos los adultos con VIH en Holanda. Los investigadores examinaron datos relacionados con la edad de la gente con la infección, las nuevas infecciones, los nuevos diagnósticos, las muertes y el uso del tratamiento antirretroviral, así como las comorbilidades.

Con base en datos reales recolectados hasta 2010, desarrollaron un modelo matemático individual que hace proyecciones hasta 2030. El modelo tomó en cuenta la conexión con la diabetes, enfermedad de los riñones, presión arterial alta, colesterol alto, infartos al corazón y derrames cerebrales. También examinó las tendencias en osteoporosis y cánceres (excepto aquellos característicos del sida).

Se incluyeron datos de 10 mil 278 holandeses con VIH: 59 por ciento eran hombres que tienen sexo con hombres y 16 por ciento eran mujeres.

Los resultados
La proporción de personas con VIH de más de 50 años aumentará de 28 por ciento en 2010 a 73 por ciento en 2030, y la de mayores de 60 años irá de 8 a 39 por ciento. En 2030, la edad promedio de una persona con VIH será de 56 años.

La mayoría de ellas necesitará atención para una condición médica además del VIH. La proporción de gente con al menos una comorbilidad se incrementará de 29 a 84 por ciento, mientras que la proporción con tres o más comorbilidades irá de casi cero en 2010 a 28 por ciento en 2030.

Gran parte de las enfermedades adicionales se relacionarán con varias formas de enfermedad cardiovascular (presión arterial alta, colesterol alto, infartos al corazón y derrames cerebrales), y 78 por ciento tendrá al menos uno de estos problemas para 2030. Además, 17 por ciento tendrá diabetes y otro 17 por ciento, cáncer.

La prevalencia de comorbilidades será un tanto más alta que en la población VIH negativa de la misma edad, reflejando las contribuciones del VIH en sí mismo y de algunos medicamentos antirretrovirales al desarrollo de estas enfermedades. Debido a tales comorbilidades, 54 por ciento de las personas seropositivas necesitarán tomar al menos otro fármaco de manera prolongada, además de su tratamiento contra el VIH, y 20 por ciento tendrá prescritos tres o más medicamentos adicionales a la terapia ARV.

Según predice el modelo, esta podría ser la causa de un incremento en las complicaciones del tratamiento contra el VIH (existe 53 por ciento de riesgo de que haya interacciones medicamentosas con los regímenes de primera elección o de que se recomiende cambiar alguno de los fármacos debido a una comorbilidad). Por ejemplo, tenofovir no se recomienda para personas con enfermedad renal crónica, mientras que abacavir está contraindicado para personas con enfermedad cardiovascular severa.

Los investigadores asumen que una serie de factores demográficos y clínicos permanecerán constantes en el futuro. Sin embargo, si el estilo de vida de las personas (dieta, consumo de tabaco) mejora sustancialmente, si los médicos diagnostican y tratan las comorbilidades tempranamente, o si se desarrollan mejores medicamentos ARV (con menos contraindicaciones), los resultados podrían ser diferentes.

* Aidsmap.com. Fragmento traducido y editado. www.aidsmap.com/Living-with-multiple-medical-conditions-will-become-the-norm/page/2978175


S U B I R