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Ángel Gilberto Adame dio a conocer ayer un libro dedicado al Nobel

Paz no debe ser condenado al olvido por el polvo de los años ni la inquina
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de noviembre de 2015, p. a10

Por varias razones la vida y obra de Octavio Paz (1914-1998) merecen ser entendidas a cabalidad y no debe permitirse que, por el polvo que dejan los años o la inquina que en nuestro país no deja de reproducirse, se les condene a un inmerecido olvido, expresó Ángel Gilberto Adame, notario público y autor de Octavio Paz: el misterio de la vocación (Penguin Random House), presentado ayer en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Mediante 17 ensayos, el libro estudia uno de los periodos menos conocidos de Paz, su juventud y vida de estudiante: 1927 a 1943. Para Adame biografiar al premio Nobel en esos años “implica entender a un México donde la ‘juventud –cito a Paz– (significaba) un periodo de soledad, pero asimismo, de amistades fervientes; (ser parte de una) generación violenta como los tiempos; (en que) desde la adolescencia los extremos se disputaban almas y voluntades, y lo que los encendía era el prestigio mágico de la palabra revolución’”.

En el intento de Adame por “regresar y conocer al muchacho que camina por ese poema, hubo un cabal esfuerzo por abarcar todas las fuentes posibles que me permitieran la reconstrucción de ciertos episodios que el propio Paz apenas comentó, y que sin embargo contribuyeron a la forja de su temperamento intelectual”.

Para el arquitecto Teodoro González de León, el gran documento del libro es la fotografía rota de la portada, con “la pandilla de Barandal”, revista fundada por un grupo de estudiantes de la Escuela Nacional de México, entre los que estaba Paz. Entre otras cosas, Adame desmonta la patraña que inventó Elena Garro sobre su boda, en el sentido de que Octavio la sorprendió y la engañó para casarse con ella. La boda fue cuidadosamente preparada por su familia.

El escritor y periodista Bruno H. Piché recordó que el año pasado estuvimos un poco inundados de Paz por su centenario. Títulos como el presente demuestran que no ha nacido el libro definitivo sobre el más universal de los hombres de letras en México, y que Paz muchos recovecos sobre los que se se puede trabajar, detalles donde se esconde el diablo.

Además, Adame nos pone frente a un Paz que no es el predestinado a ser el ganador del Premio Cervantes y el Nobel, o cuya efigie se quemó en frente de la embajada de Estados Unidos, sino que es el personaje en formación.

El artista plástico Arnaldo Coen dijo que el poeta influyó y sigue influyendo en mi vida y quehacer artístico. La mayor parte de los títulos de mis obras son palabras o fragmentos extraídos de sus escritos.