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Durante 14 años violaron normas y afectaron 15 mil hectáreas; planean entregar más permisos

Alcaldes de Colón cambiaron uso de suelo en zona aledaña al aeropuerto de Querétaro
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Aspecto del aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ) en el municipio de Colón, donde los gobiernos municipales no respetaron 15 mil hectáreas con protección ecológica y ahora pretenden entregar permisos a empresarios para proyectos inmobiliariosFoto Demián Chávez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 16 de noviembre de 2015, p. 42

Querétaro, Qro.

En los últimos 14 años, los gobiernos municipales priístas y panistas de Colón no respetaron un cinturón de 15 mil hectáreas de terreno en las inmediaciones del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (AIQ), al otorgar cambios de uso de suelo en zonas no permitidas que afectaron terrenos no cuantificados. Y van por más, pues desarrolladores inmobiliarios buscan obtener permisos para construir viviendas en más de 2 mil hectáreas de esa zona.

Como parte del proyecto en torno al AIQ, la plusvalía de tierra con vocación rural y agrícola pasó de 30 a 374 pesos el metro cuadrado. Ignacio Loyola, primer gobernador panista de Querétaro, promovió la construcción de un aeropuerto sobre 688 hectáreas en los límites de los municipios de El Marqués y Colón, para sustituir al aeropuerto Fernando Espinosa, ubicado en esta capital, cuya infraestructura era insuficiente. El AIQ entró en operaciones el 28 de noviembre de 2004, ya en la administración de Francisco Garrido, también militante del PAN.

El 10 de junio de 2001 se publicó en el periódico oficial La Sombra de Arteaga el plan de desarrollo urbano Navajas-Galeras. El documento especifica que ante la fuerte presión sobre terrenos de la zona aledaña al AIQ, era necesario especificar un plan ante el gran potencial de crecimiento de alcance regional y nacional.

En la zona fueron identificados 8 mil 913 lotes, 69.10 por ciento de ellos ocupados en 2001, mientras el 30.90 por ciento restante eran lotes baldíos, principalmente en localidades colindantes con el AIQ como San José Navajas, Agua Azul, Coyotillos y Viborillas.

El metro cuadrado en Coyotillos costaba de 30 a 45 pesos en 2001; en la zona donde se ubica el parque agroindustrial La Cruz, era de 75 a cien pesos el me- tro cuadrado. Actualmente el metro cuadrado en la zona de Galeras vale 374 pesos.

Con el plan, las administraciones municipales buscaron aprovechar la zona estratégica para promover el desarrollo regional, así como generar una oferta de suelo para vivienda y polígonos que evitaran la ocupación del suelo no urbanizable. El plan también contempla no realizar cambios de uso de suelo en cinco kilómetros en torno al AIQ para mantener criterios de compatibilidad y seguridad de actividades.

Voracidad

El plan no fue respetado en las pasadas administraciones municipales de Colón y de El Marqués. Sólo en la administración de Colón 2012-2015, que encabezó el priísta Alejandro Arteaga, se otorgaron 18 cambios de uso de suelo en la zona del AIQ, que afectaron más de 280 hectáreas, y se pretende reformar la vocación original de 2 mil 200 hectáreas más, reconoció el actual alcalde panista de Colón, Alejandro Ochoa.

El plan de desarrollo urbano Navajas-Galeras especificaba zonas donde se podría construir y cambiar la vocación del suelo y las de reserva. Sin embargo, los cambios se otorgaron para obedecer a los intereses de unos cuantos, señaló Ochoa.

Desde el 11 de agosto pasado se otorgaron irregularmente cambios de uso de suelo, pues los dictámenes carecen de estudios de impacto ambiental. El cabildo de Colón aprobó por unanimidad el cambio de uso de suelo de protección ecológica a proyectos detonadores de manufactura y logística en cinco parcelas con un total de 204 mil metros cuadrados propiedad del particular Álvaro Javier López.

El edil de Colón señaló que con los últimos cambios de uso de suelo autorizados a López Sánchez en esa demarcación se afectaron 60 hectáreas de reservas de las comunidades Nogales y La Esperanza. Señaló que otra irregularidad en la pasada administración municipal es la ampliación del parque Aerotech, que por ley debió entregar 10 por ciento de la superficie de ampliación al gobierno municipal para destinarlo a áreas verdes.

“Sin embargo –dijo–, convino con el ayuntamiento permutar esa superficie (de tamaño no especificado) por otro predio propiedad del gobierno municipal, cuyos avalúos ‘no cuadran’”, pues el metro cuadro del terreno del ayuntamiento costaba 600 pesos y la empresa pagó 320. Además, 20 millones de pesos que supuestamente recibió la administración municipal por esa transacción no aparecen en registros y tampoco su destino”.

Van por más

Alejandro Ochoa sostuvo que las inmobiliarias Century 21 y Hogares Unión pretenden construir vivienda en las inmediaciones del AIQ, y es necesario retomar la propuesta de actualizar el plan Navajas-Galeras para concretar los cambios de uso de suelo previstos, sin afectar terrenos de uso agrícola.

Además, la actual administración estatal que encabeza el panista Francisco Domínguez requiere de una reserva territorial de 50 hectáreas para construir una base de la Fuerza Aérea Mexicana en las inmediaciones del AIQ, y 20 hectáreas más para uso habitacional.