Opinión
Ver día anteriorViernes 20 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Dinero

Pemex debe un billón, pero toma otro préstamo

Condecora Alemania a Aristegui

Sexo: una vez a la semana es perfecto

Astillero

AMLO y los espots

Facultad absoluta de Morena

PAN y PRI: ironías históricas

Morir pedaleando (no sólo en el DF)

Enrique Galván Ochoa
Julio Hernández López
México SA

Salario y sueño guajiro

Congreso: ¿ahora qué?

Pemex al estilo TLCAN

Economía Moral

Reflexiones sobre la naturaleza de la pobreza y la desigualdad/ II

Pensamientos profundos, coleccionables, de Richard H. Tawney

Carlos Fernández-Vega
Julio Boltvinik
Penultimátum

Innovadora forma de lavar dinero

La Jornada Guerrero
La Muestra

Steve Jobs

Ruta Sonora

Corona Capital 2015: apuestas y retos

Carlos Bonfil
Patricia Peñaloza
Migración invertida y crecimiento poblacional
U

n estudio realizado por el Centro de Investigación Pew reveló que por primera vez la cifra de mexicanos que vuelven de Estados Unidos a su país es mayor a la de los que llegan a la nación vecina. Entre 2007 y 2014 el número de mexicanos que viven del otro lado de la frontera –de manera autorizada o no– cayó de su máximo histórico de 12.8 millones a sólo 11.7 millones. En el mismo sentido, Pew informó que desde la década de 1990 no se presentaba una afluencia tan baja de mexicanos hacia territorio estadunidense como la que tiene lugar en la actualidad.

El Correo Ilustrado

El odio y la violencia anidan en la mente

N

adie podría imaginar una guerra imposible, vamos, ni siquiera un pleito ni una discusión entre Cristo, Mahoma y Buda. Las religiones, en su origen, fueron escuelas inspiradas por seres de elevada conciencia, donde el amor es el fruto visible de la sabiduría. La ignorancia las hizo instituciones de poder, y la estupidez, en nombre de la religión, creó fronteras antagónicas entre los seres humanos, enfrentándolos en la violencia del yihad y las santas cruzadas. Religión es re-ligar, unir; realizar la unidad de nuestro origen común en el polvo estelar que nos hace hermanos con el cosmos y de nuestros semejantes, como hijos de la misma madre Tierra y del mismo padre Sol.

Juárez: el caldero laboral
D

os campamentos de trabajadores se han instalado desde principios de mes afuera de sendas maquiladoras en Ciudad Juárez. El alza sostenida en el empleo y la baja significativa en los delitos de alto impacto en esta frontera invisibilizan una realidad tensionada que puede explotar en cualquier momento: las malas condiciones de trabajo en las plantas maquiladoras y la inconformidad creciente de las y los operadores.

Tres despachos sobre el papel higiénico
P

olonia. ¿Las razones de la caída del socialismo real? Múltiples. Pero en el imaginario común una en particular: el papel higiénico. Su falta y los esfuerzos necesarios para conseguirlo –desde hacer colas, intercambiar favores, hasta recurrir al mercado negro o trueque– son símbolos de la economía de escasez. También faltan otras cosas –azúcar o carne–, pero eso ya es visto como la cima del absurdo e ineficiencia. En los años 70 y 80 el rollo de papel de baño, áspero y gris –el único que hay, cuando hay– es un sueño inverosímil y una metáfora perfecta de la realidad socialista, áspera y gris. Tengo unos cinco o seis años y con los abuelos vamos por él a una zapatería donde en la trastienda, a escondidas, se vende ese oscuro objeto del deseo. La propaganda oficial no oculta sino explota este tema, tapando así problemas más grandes. El uso racional de papel, cartón y envoltorios reciclables es uno de los puntos en el sexto congreso del Partido Obrero Unificado Polaco, PZPR (1971). La principal falla del socialismo real –o sea el capitalismo del Estado–, la incapacidad de trascender las relaciones de producción vanguardistas (la dominación de la burocracia sobre la clase trabajadora) es igualmente mortal, como su incapacidad de transcender el consumismo. Siguiendo los viejos patrones capitalistas, el sistema lo único que promete es elevar el nivel de consumo y alcanzar a Occidente, una carrera en que perecerá. Un economista que analiza la escasez, el húngaro János Kornai, culpa a la falta de libertad empresarial y la tensión entre planificadores y gerentes. Su receta: liberar al gerente, que lo lleva luego a abrazar el neoliberalismo y la terapia de choque. Muchos empiezan a pensar como él. Se rumora que en el capitalismo libremercadista el papel higiénico es suave, colorido y abundante.

Víctor M. Quintana S.
Maciek Wisniewski*
Un sistema fallido. ¿Arde París?*
E

n París el sistema de inteligencia estratégica falló de manera irrebatible. No supo atender su misión: preservar los más altos intereses de la patria, en este caso haber protegido a París del terrorismo internacional. No fue sólo el sistema francés de inteligencia el que falló, fue la comunidad internacional de inteligencia la que falló. Abundaban indicios de que algo vendría, ¿y?

La secretaría de la incultura neoliberal
S

ignificativamente, como un anexo del paquete económico (Presupuesto de Egresos de la Federación 2016), el 7 de septiembre pasado el iletrado confeso Enrique Peña Nieto entregó a la Cámara de Diputados una iniciativa de decreto en que se pretende reformar, adicionar y derogar diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal para crear una secretaría de cultura. La sorpresiva noticia movilizó inmediatamente a diversos gremios de trabajadores y trabajadoras del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), del Centro Nacional de las Artes y de Radio Educación, entre otros, que iniciaron el análisis del documento y convocaron a reuniones de sus afiliados para tomar decisiones colectivas en torno a la propuesta del Ejecutivo federal, la cual, muy pronto, fue considerada improcedente, contradictoria e inconsistente, privatizadora y altamente peligrosa para el ejercicio de la investigación-docencia, difusión, preservación y defensa del patrimonio cultural de la nación y sus pueblos, lesiva para sus derechos laborales y violatoria de los derechos humanos en materia de cultura y educación.

Jorge Carrillo Olea
Gilberto López y Rivas
París: cómo no temblar
“T

iemblo de tener miedo de aquello que me da miedo y que no veo ni preveo. Tiemblo ante lo que excede mi ver y mi saber mientras que eso me concierne hasta lo más profundo, hasta el alma y, como se dice, hasta los huesos. Dirigido hacia lo que engaña tanto el ver como el saber, el temblor es realmente una experiencia del secreto o del misterio, pero otro secreto, otro enigma u otro misterio viene a sellar la experiencia invivible agregando un sello o un ocultamiento de más al tremor (la palabra latina para temblor, de tremo, que en griego como en latín quiere decir tiemblo, estoy agitado por temblores; en griego también existe troméô: tiemblo, me estremezco, temo: y trómos, es el temblor, el temor, el terror. Tremendus, como el mysterium tremendum, en latín [adjetivo verbal de tremo] lo que hace temblar, lo aterrador, lo angustiante, lo terrorífico).”

José Cueli