Opinión
Ver día anteriorMartes 1º de diciembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

Movilidad, el problema

Discurso desalentador

Hacer eficientes espacios

P

uede ser que todo lo que se lea en este espacio, en esta entrega, algunos lo consideren políticamente incorrecto, pero el problema de la movilidad en la ciudad de México merece echar a un lado los prejuicios y no cerrar los ojos ante un problema cada vez menos manejable.

Las políticas públicas sobre movilidad aparentan altos grados de contradicción. Mientras se trata de desalentar, cuando menos en el discurso, el uso del automóvil, en lugares como el Paseo de la Reforma se construirán en los próximos años 200 mil cajones de estacionamiento, según el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, con lo que ese desaliento de discurso, se reduce sólo a eso, al discurso, cuando menos eso parece indicar.

Junto con ese dato, que pone los pelos de punta y habla del conflicto de tránsito que se vive en la ciudad, se ha querido ver a las bicicletas como el remedio al gran mal, sin que se haya planteado un programa que pueda ser puesto a los ojos del ciudadano que sufre el empoderamiento de los ciclistas, y con ello la impunidad con la que transitan por las banquetas, por ejemplo, de muchas de las colonias donde andar en bici más que una necesidad es una moda clasemediera.

No se trata, ni de broma, de enjuiciar al ciclista y de exculpar los graves pecados de quienes manejan automotores, que son los dueños de los espacios en el Distrito Federal. Más bien se trata de llamar la atención de las autoridades para que se puedan buscar los equilibrios que cuando menos regulen el caos que ya existe.

El asunto es que los espacios de movilidad se usen de manera más justa, para lo cual es urgente iniciar, si es que no se tiene, un proyecto que haga crecer de manera exponencial, principalmente el transporte público, que sí sería una solución real y justa para, por ejemplo, los trabajadores de la capital.

Regresar al esquema del no circula para hacer más eficaz el tránsito, y a esto aunar sanciones a los ciclistas que cometan infracciones al reglamento en la materia –por ejemplo, no circular en banquetas ni en sentido contrario–, seguramente aliviaría la movilidad, evitaría accidentes y bajaría considerablemente la emisión de gases tóxicos.

Tratar de poner en su lugar a todos los que usan los 9 mil kilómetros de superficie rodante que hay en la ciudad de México es un asunto que a muchos no les parecerá la mejor idea. Por el contrario, para el gobierno cada día el asunto de la movilidad se convertirá en un problema prioritario que tendrá que resolverse antes de que la inmovilidad nos alcance.

De pasadita

Así que como lo habíamos comentado hace ya mucho tiempo, el asunto de la línea 12 del Metro es que nunca se pudo convencer a los comuneros de que vendieran algunos de sus terrenos para que por ellos pasara la vía del Metro. Por eso, para liberar los terrenos comunales se construyeron las curvas que no estaban dentro del proyecto. Hasta hoy, quien tiene y tuvo en sus manos todos los estudios sobre la problemática de ese transporte nos sale con la nueva.

¿Por qué el actual director del Metro no nos dijo, desde que cobraba como diputado, que el problema es el que ahora pone en conocimiento de la gente? ¿Por qué si ese diagnóstico lo hicieron las empresas a las que se les pagó un dineral para que lo realizaran, hasta ahora trata de explicarlo? ¿Con qué intención se ocultó esa información si se tenía? Total, ¿cuántos secretos guarda la construcción de la línea dorada? ¿Cuántos quedan?