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Quieren demostrar que no sólo son rostros bonitos y que pueden enfrentar a cualquiera

La belleza puede llegar a estorbar en el boxeo, dicen las hermanas Karina y Diana

El pasado viernes pelearon en Ciudad Juárez y consiguieron sendos triunfos por unanimidad

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Karina La Bella y Diana La Bonita, originarias de Ciudad Juárez, luchan por superar prejuiciosFoto Karla Torrijos
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de diciembre de 2015, p. a15

Contra lo que sucede en otros ámbitos, como el modelaje o la actuación, en el mundo del boxeo la belleza puede llegar a convertirse en un obstáculo difícil de superar, consideran las hermanas Karina y Diana Fernández.

Originarias de Ciudad Juárez, Chihuahua, ambas pugilistas son conocidas como La Bella y La Bonita, de manera respectiva, y, como sus apodos lo indican, poseen atributos físicos que pocas veces pueden apreciarse arriba del cuadrilátero.

Sin embargo, lejos de abrirles las puertas, su particular belleza les ha llegado a estorbar en su carrera boxística, en la que han tenido que superar miles de prejuicios, relataron las jóvenes, quienes el pasado viernes pelearon en su ciudad natal tras haber trabajado dos meses en el Distrito Federal bajo la supervisión del entrenador Mauro Ayala en las instalaciones del gimnasio del Balneario Olímpico.

Mucha gente no cree en nuestra calidad, piensan que somos pura figurita, que sólo nos ponen costales, pero no. Han sido años de sacrificios, entrenamientos duros, dejar a la familia. Es un trabajo que se hace día con día, expresó Karina, quien tiene 24 años y una larga melena rubia.

Por su parte, Diana, tres años menor y quien inició desde los 12 en el boxeo, señaló: Por esa cuestión (su belleza) ha sido difícil abrirnos camino, pero nadie nos ha regalado nada, todo ha sido con base en trabajo y esfuerzo. Si alguien tiene alguna duda podemos demostrarlo en los encordados. Lo de nosotras no es imagen nada más, realmente somos peleadoras de calidad.

Agregó que en Ciudad Juárez incluso han tenido que batallar con las envidias de otras boxeadoras de la región.

“Cuando tenemos una función, las otras no quieren ayudarnos a entrenar, ninguna desea ser nuestro sparring. Entonces tenemos que apoyarnos entre nosotras dos, pero ya tenemos los estilos aprendidos y en lugar de que ellas contribuyan con su boxeo, se reservan”, explicó.

Aunque ambas son muy guapas y lucen un cuerpo estilizado, Karina, con un hijo de siete años, dijo ser la más vanidosa de las dos, por lo cual le costó un poco más de trabajo decidirse a practicar el llamado boxeo rosa.

“Comencé en este deporte sólo por hacer ejercicio, pero después empezaron los combates amateur y no quería pelear porque, según yo, tenía una nariz muy perfecta y no quería que me la enchuecaran.

“Además me gustaba tener las uñas largas y bien arregladas, y con los guantes eso sería imposible, pero mis hermanos me decían que tenía miedo y para demostrarles que no, acepté.

“Fuimos y gané esa primera pelea amateur en el primer episodio y pensé: ‘qué fácil es esto’, pero conforme fui avanzando las rivales cada vez eran más difíciles, y como no quería perder, seguí entrenando hasta convertirme en profesional”, recordó La Bella, a quien ahora no le importa si le arruinan la nariz. Me vale, ya está chueca, dice entre risas.

Para La Bonita fue más fácil dedicarse a esta disciplina. Su hermano mayor, Ricardo, fue el primero que se puso los guantes y como ella era muy apegada a él, decidió seguirlo hasta arriba de los cuadriláteros.

“Siempre fui una niña muy hiperactiva, además me he sentido fuerte físicamente y como él (Ricardo) empezó a practicar este deporte, yo lo seguí, como siempre.

Perdí mi primera pelea amateur y lejos de desanimarme aprendí de la derrota. Empecé a enfocarme a entrenar más a fondo y una vez que probé el sabor de la victoria ya no quise retroceder, relató.

La Bella (peso supermosca, con un récord de nueve peleas: una perdida, un empate y siete ganadas, dos por nocaut), y La Bonita (división mosca, con un registro de 12 combates: una igualada, 11 triunfos, tres por la via del cloroformo), debutaron en la ciudad de México el pasado 26 de septiembre en la reciente defensa de Zulina La Loba Muñoz, campeona supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

En esa función ambas obtuvieron buenos frutos. Karina salió con el puño en alto y Diana logró un empate.

En la pelea del viernes, ante su público juarense, ambas consiguieron el triunfo en seis rounds por decisión unánime. La Bella venció a Elizabeth Muñoz; mientras La Bonita derrotó a Guadalupe Martínez, con lo que conservó su invicto.

Esos resultados, dicen, las motivan a seguir trabajando para mejorar nuestro desempeño y demostrar que no sólo somos un rostro bonito, sino que también tenemos unos puños que pegan fuerte, que sabemos pelear y que podemos enfrentarnos a cualquiera.