Thanksgiving en Estados Unidos

Día de acción de gracias, ¿de qué?


"Cosecha de botones",
acrílico sobre tela de Fulgencio Lazo

Roxane Dunbar Ortiz

Thanksgiving (el Día de Acción de Gracias) es la celebración favorita de muchos estadunidenses. A diferencia de las celebraciones que aburren o dividen como las que conmemoran a Colón, a los presidentes, a Martin Luther King, Jr., la Independencia, a los veteranos y la guerra, el nacimiento de una religión o el año nuevo, el Día de Acción de Gracias se centra en el compartir la comida con la familia y nuestras amistades. Las personas y las familias viajan grandes distancias con grandes costos para estar unas con otras. Sería sorprendente saber que esta tradición, tan atesorada es, de hecho, la más nacionalista de todas las celebraciones porque narra el mito de origen nacional. La comida tradicional, como sabemos, consiste en alimentos cultivados por campesinos originarios: maíz, calabacitas, calabaza, camote y pavo.

El relato estadunidense del origen de un pacto con Dios se remonta al Pacto de Mayflower, el primer documento de gobierno en la Colonia de Plymouth. Se le da ese nombre por el barco que trajo a los cientos de pasajeros, la mitad de ellos disidentes religiosos, a lo que hoy conocemos como Cabo Cod, en Massachusetts, en noviembre de 1620. Este Pacto marcó el inicio de la democracia de los colonos, que desde su establecimiento buscó la eliminación de los indígenas. Tras los solemnes “peregrinos” [más conocidos como pilgrims por su nombre en inglés], vestidos de negro, estaba una corporación de accionistas, la Virginia Company, acompañada de mercenarios armados y curtidos, que traían el proyecto colonizador ordenado por el rey inglés James.

Si acaso hubo algunos nativos locales presentes en la cena de celebración de los colonizadores, seguramente estaban ahí como sirvientes, y los alimentos les fueron confiscados, no fueron ofrecidos como un regalo.

La Acción de Gracias fue una renombrada celebración durante la Guerra Civil, pero ni los Pilgrims, ni los indios, ni los alimentos, ni el Mayflower —todos esenciales a la celebración actual— fueron mencionados en la proclamación hecha por Lincoln en 1863.

Fue durante la Gran Depresión que la celebración de la Acción de Gracias se transformó en un relato de origen nacionalista que enlazara a la caótica sociedad que atravesaba colapsos económicos y sociales.

Pero esta idea de los indígenas que ofrecían sus regalos para ayudar a establecer y enriquecer a quienes habrían de convertirse en Estados Unidos, es una insidiosa cortina de humo con el afán de oscurecer el hecho de que la mera existencia del país es resultado del pillaje y el despojo de un continente entero con sus recursos.

En 1970, en el aniversario 350 de que los colonos ingleses —los Pilgrims— ocuparan la tierra de la nación wampanoag, los indígenas estadunidenses de Nueva Inglaterra encabezaron una protesta contra la celebración de Acción de Gracias, y le nombraron Día Nacional de Las Lamentaciones. Año con año, desde entonces, el Día Nacional de las Lamentaciones se conmemora en Plymouth Rock. Con toda razón, acusan al gobierno de Estados Unidos de haber inventado un mito para cubrir la realidad del colonialismo y del intento de genocidio que conlleva. Para la Acción de Gracias de 1970, los pueblos originarios de muchas naciones indígenas habían ocupado la Isla de Alcatraz durante un año. Había una renovada resistencia de las tribus y naciones originarias hacia las instituciones coloniales y hacían llamado a la soberanía y la autodeterminación, que han continuado haciendo. Han presenciado desde entonces muchas victorias y también nuevos obstáculos. En 2007, tras treinta años de cabildeo por parte de los pueblos indígenas, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indios.

Thanksgiving —el “Día de Acción de Gracias”— requiere otra transformación: un día para lamentar la colonización estadunidense y el intento de genocidio, así como celebrar la supervivencia de las naciones originarias gracias a su resistencia.

Traducción: Ramón Vera-Herrera

Roxane Dunbar Ortiz ha sido activa en el movimiento indígena internacional por más de cuarenta años, y es autora o editora de siete libros, incluida la publicación reciente de An Indigenous Peoples’ History of the United States.

The Myth of thanksgiving