En cada mujer

Fotografía y texto: Ximena Bedregal


Foto: Ximena Bedregal

Si bien las mujeres indígenas empiezan a aparecer en la palestra de la información escrita y visual, no deja de ser un otro indiferenciado cuyo carácter de sujeto, su individualidad, se niega por invisibilización inmersa en las categorías genéricas de mujer indígena o participación de la mujer, así siempre en singular.

Por ello, cuando entre el 2006 y el 2011 me tocó vivir en Bolivia, trabajando como fotógrafa, y vi en directo que en ese proceso de aparentes cambios, las mujeres originarias seguían siendo esa masa informe e indiferenciada que sólo aumentaba en número de asistentes a marchas, protestas y actos oficiales varios sin nunca ser vistas como individuas, mi obsesión fue preguntarme visualmente: ¿qué historia específica puede contarnos cada una de ellas, cada uno de esos rostros, qué traen a estos eventos la mirada concreta, el rostro, la expresión que cada una de ellas tenía frente a mi? ¿Cuál es la individualidad irrepetible de cada una? Obsesión que me llevó a observar sus rostros y a hacer clic ante cualquiera que me inquietara de alguna manera. Dicho de otra manera: obtener imágenes que hablaran de cada una, que nos interroguen sobre cada individualidad, rompiendo esa masa indiferenciada con que se representa a las mujeres.

Algunas de las fotos que publica Ojarasca en diciembre forman parte del libro Multiplicidades singulares (México, 2013) que contiene 47 retratos de mujeres indígenas bolivianas: aimaras, quechuas (ambas andinas), guaraníes, tacanas, mojeñas, chiquitanas, moseteñas y yuracarés (amazónicas).