Opinión
Ver día anteriorJueves 14 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ciudad Perdida

Adiós DF

La trampa de la reforma

Ya se mencionan candidatos

S

erá mañana –dicen que sin falta– cuando la reforma política del Distrito Federal se convierta en ley y con ello se posibiliten nuevas reglas de convivencia para los ciudadanos de esta capital, que se llamará Ciudad de México.

Adiós Distrito Federal. Tal vez eso, el cambio de nombre, sea la única diferencia que se sienta en las calles. Es decir, ya no seremos defeños, seremos, simplemente, chilangos, nada más. Pero no, eso no es todo. Comentábamos hace algún par de entregas que en el fondo de la reforma hay la mala intención de darle al PRI todas las posibilidades para que regrese como gobierno a la ciudad de México.

Es más, aunque parezca imposible creer, hay quienes apuestan a que el PRI impulsará los cambios para que Rosario Robles, militante fiel del tricolor, se convierta en la candidata de esa organización política a la jefatura de Gobierno, cosa que, de ser cierta, nos hablaría de la desesperación del partido en el gobierno federal por encontrar a alguien que lo pueda representar.

Lo que no ha medido es el nivel de rechazo a la ex jefa de Gobierno sustituta –amarilla en algún momento– en casi todos los ámbitos de la ciudad. Sólo en el mundo priísta se puede considerar tal posibilidad, aunque, a decir verdad, hay muchos tricolores que se han dado a la tarea de buscar el nombre de alguien que pueda representarlos con posibilidades de rehabilitar a ese instituto político, y no lo contrario.

Y es que la visión torpe de los priístas les hace suponer que la ciudad recibiría de buen agrado la candidatura de una aspirante de izquierda, sin tener en cuenta que hace ya buen rato a la señora Robles se le considera una política al margen de ese signo ideológico, lo que se confirma con su militancia en el PRI. Así que en ese partido o se va a la derrota con Rosario o las miradas escrutadoras se dirigen hacia otro lado. No hay más.

Desde luego ese no es el único horror en este distrito a punto de convertirse en ciudad. También el PRD tiene lo suyo, y para que nadie se espante, el ex jefe de Gobierno sustituto –aún perredista– quiere regresar a la oficina que ocupó en el Zócalo, tal vez porque en ningún otro lugar halló una hamaca más cómoda.

Lo malo en las aspiraciones de Alejandro Encinas es que para cumplir su deseo se requiere del visto bueno de Agustín El berrinches Basave –quien seguramente ya trató alguna alianza con el PRI o con el PAN–, y si no lo logra renunciará al sol azteca. Total, si nos damos cuenta ya empezaron a sacar la cabeza muchos de los posibles suspirantes, pero lo que nadie sabe es que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ya tiene candidato, ¿o es candidata?

De pasadita

En el nuevo Reglamento de Tránsito hay algunas disposiciones que le restan credibilidad. Nos referimos, por ejemplo, a esa medida absurda que impide al que maneja subir la velocidad de traslado más allá de 50 kilómetros por hora. La regla parece tan fuera de lugar que hasta parece hechura de Tanya Müller, secretaria de Medio Ambiente. Y es que es casi imposible lograr una velocidad como la obligada, así que las multas se reproducirán más que los peces y los panes bíblicos, lo que le redituará más dinero al gobierno central. Sí, sí, ya sabemos que, según las autoridades, los accidentes han disminuido con el nuevo reglamento, pero ¿de verdad sería muy diferente la estadística si se modifica la regla y se permite la circulación, por ejemplo, a 70 kilómetros por hora? Ya veremos.