Opinión
Ver día anteriorLunes 18 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
En verdad, ¿misión cumplida? En salud todavía no
L

a figura de José Ángel Gurría es tan frecuente en los medios mexicanos, que semeja un integrante del gabinete presidencial, del cual fue parte en el sexenio del doctor Ernesto Zedillo. Pero desde hace varios años cobra en otra nómina, internacional. El año pasado fue relegido secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), conformada por los países más industrializados y, de pilón, el nuestro. Pero a diferencia de otros integrantes del gabinete de Enrique Peña Nieto, don José Ángel suele criticar la situación económica y social de México. Aunque, cabe señalar, también elogia las reformas aprobadas este sexenio, pues terminarán con la pobreza y el atraso, la impunidad y la corrupción.

El ex secretario de Hacienda abrió el año lanza en ristre, con observaciones sobre la situación de la salud en el país. Entre otras cosas refiere estilos de vida poco saludables, tales como obesidad y consumo dañino de alcohol. Agrega que la probablidad de sobrevivir de los pacientes que ingresan al sistema hospitalario con enfermedades agudas (infarto de miocardio o derrame cerebral) es mucho menor que en el resto de la OCDE. A la par, anota que se requiere fortalecer el acceso a una buena atención primaria, para disminuir la hospitalización innecesaria de personas con enfermedades crónicas. Y destaca que tenemos la tasa de ingreso más alta para personas diabéticas. Si bien el número de médicos por habitante ha aumentado este siglo, no ocurre igual en cuanto a las enfermeras. Se requieren más y mejor preparadas. Y aunque el gasto en salud ha aumentado por habitante y porcentaje del producto interno bruto, figura como uno de los más bajos de los países que integran la OCDE. Agrega que no siempre mayor gasto significa mejor servicio y atención a la población. Algo que bien saben quienes menos ingresos tienen y suman mayoría. El análisis de la OCDE advierte que, aunque el gobierno presume la cobertura universal en salud, los hogares, en especial los de menos ingresos, siguen erogando en atenderse fuera del sistema.

Don José Ángel igualmente reveló que México tiene la esperanza de vida más baja de todas las naciones de la OCDE, con el agravante de que el rezago se amplía cada vez. En los 15 años que van del siglo, los miembros de dicho organismo aumentaron sus expectativas de 77.1 a 80.4 años. En el nuestro, sólo de 73.8 a 74.6.

Esto quizá se explique por el poco avance en la atención de enfermedades. Mientras en la propaganda oficial se presumen logros notables en el sistema de salud, la institución que preside Gurría afirma que las muertes por males cerebrovasculares en México apenas se redujo 38 por ciento desde 1990, cuando los demás países lo hicieron en 54 por ciento. Las muertes por cardiopatía sólo han disminuido uno por ciento, pero en los demás miembros de la OCDE, 48 por ciento. Por otra parte, más de 15 por ciento de los adultos tienen diabetes, más del doble del promedio de la OCDE. Y se requiere atender mucho más a la población con sobrepeso y obesidad.

Gurría criticó severamente a las instituciones de salud y seguridad social por no estar debidamente coordinados para prestar eficiente atención médica a la población. Según el documento, la fragmentación interrumpe la continuidad de dicha atención y se traduce en mal uso de los recursos. En cuanto al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), en otro informe se anota que persisten las compras sin control ni planeación, lo que propicia colusión de intereses y corrupción. Algo que también se ha denunciado en el caso del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Ojalá alguna vez podamos contar con una evaluación de la OCDE sobre la política ambiental de México. La publicidad oficial presume grandes logros. Pero se denuncian problemas por mal uso de los recursos naturales, los efectos nocivos de la minería y los desechos tóxicos de la industria y la agricultura en suelo, agua y aire, así como contaminación atmosférica. Recientemente, lo que sucede en las áreas naturales protegidas, una de las joyas publicitarias del gobierno. El despido de personal y la falta de recursos para lograr los objetivos trazados están a la orden del día.